No entiendo para qué vacunaron desesperadamente a los docentes si nunca hubo clases presenciales en la ciudad. Mientras tanto los padres hacen malabares con sus PDF y los miles de WhatsApp por día, eso quienes tienen la suerte de tener conectividad, ¿y el resto? La desigualdad que ya era notoria, solo se agudizó más.
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