Al menos 45 gallos de pelea con su propio ring, un caballo, un conejo, un pato y tres pollitos. Ese fue parte del increíble hallazgo concretado esta semana por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires durante un allanamiento a un búnker de drogas que funcionaba en el Barrio 20 de Villa Lugano. Además, secuestraron envoltorios de cocaína y de pasta base, ladrillos de marihuana, varios celulares y elementos destinados para el fraccionamiento de los estupefacientes. Tras el operativo, un hombre fue detenido.
Según indicaron fuentes policiales a Infobae, el procedimiento estuvo a cargo del personal de la División Conductas Contravencionales y de Faltas de la Policía porteña, en el marco de una investigación por un supuesto caso de narcomenudeo, liderada por la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Delitos Vinculados a Estupefacientes (UFEIDE), a cargo de la jueza Cecilia Amil Martín.
El operativo, que contó con el aval del Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas Nº24, a cargo del juez Alejandro Gabriel Villanueva, se dividió en dos allanamientos paralelos. El primero se realizó en un domicilio ubicado en la esquina de las calles Barros Pazos y Araujo. Allí, los efectivos detuvieron a un hombre de 37 años, que era investigado por la supuesta comercialización de droga.
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En el domicilio del sospechoso, los efectivos policiales hallaron seis envoltorios con clorhidrato de cocaína, 269 envoltorios de pasta y elementos para fraccionar dos panes prensados de marihuana, que sumados daban un pesos total 1.470 gramos. También encontraron otros 84 envoltorios que agregaban otros 280 gramos de la misma sustancia.
A su vez, los oficiales decomisaron 19 teléfonos celulares, 10.240 pesos en efectivo, una balanza de precisión, una cortadora de fiambre y más elementos para el fraccionamiento de la droga. Tras el hallazgo, el magistrado dispuso la detención del imputado y la incautación de los estupefacientes y todo lo encontrado en la casa.
Pero el procedimiento no terminó con el hallazgo de la droga en la casa del ahora detenido. Los investigadores tenían el dato de que el sospechoso también frecuentaba otro lugar, dentro del mismo barrio. Fue así que, en paralelo, la Policía de la Ciudad se dirigió a un domicilio -sin moradores- situado en la Manzana 20 y descubrió que en su interior, además de droga, albergaba una importante cantidad de animales. Más que un criadero -indicaron las fuentes- el lugar funcionaba como una suerte de alojamiento para los gallos, además de ser el escenario donde se llevaban adelante los combates. Por el momento no se determinó si todos los gallos eran propiedad del imputado.
