El concejal Gerardo Piñeiro envió una carta a los radicales de Formosa y aseveró que no se trata de apoyar a Massa o Milei, sino «pararnos sólidamente como oposición para controlar al gobierno que se viene para los próximos 4 años».
A través de su misiva, el Edil indicó «tenemos una gran responsabilidad política de cara a la sociedad con la inmediata reconstrucción del radicalismo local como principal fuerza de oposición».
Acá no se trata si se apoya a «los Massa» o «los Milei» como nos están queriendo vender. Nuestra obligación es otra, es la de pararnos sólidamente como oposición para controlar al gobierno que se viene para los próximos 4 años».
«Perdimos escandalosamente las últimas elecciones, nos quedamos sin la representación de las minorías en el Senado, mientras que en la Cámara de Diputados de la Nación nos redujimos tan sólo a una representación y no escuché hacer análisis en tal sentido, ni autocriticas alguna a los referentes y actuales conductores del Radicalismo Formoseño ante un hecho de tamaña y trascendencia y gravedad política institucional», explicó.
«Nuestras derrotas en las elecciones no fue producto del azar, fue consecuencia de tantos años de abandono territorial en la que ha incurrido nuestra conducción partidaria y quienes se supone deberían ser sus líderes naturales», manifestó.
Indicó que queda en claro que «no se pueden conducir los procesos políticos por WhatsApp y mucho menos, hacer campaña desde Buenos Aires, cuando nuestros votantes viven en el interior profundo de la geografía nacional y alejada de las luces de los grandes centros urbanos que a algunos dirigentes supo encandilar».
«No es un secreto a voces, sino una verdad de Perogrullo, una verdad pública y notoria que la dirigencia del radicalismo dejó de «militar» dejó de caminar los barrios y perdió el contacto con el pueblo en general, encerrándose en vericuetos legales en los últimos procesos electorales, con mezquinas roscas políticas, donde -entre pocos- se repartían cargos. Y así nos fue».
«No hace falta hacer nombres propios para identificar a los responsables de la debacle, todos conocemos a quienes ocuparon cargos en forma permanente e ininterrumpida por más de 16 de los benditos 40 años de democracia recuperada y eso (la no alternancia) la sociedad lo factura con la quita de su voto, nos castiga ante la incongruencia de pretender exigir al oficialismo gobernante lo que nosotros mismos como partido de oposición no somos capaces de hacer», se explayó.
«Escuché en algunos medios decir que van a convocar a la Convención de la UCR para debatir sobre la postura política que se tomará antes del Ballotage. Por favor basta, entendamos lo obvio, no somos dueños de los votos de quienes nos apoyaron. No podemos pretender decidir por ellos en ninguna convención a quien apoyar en el ballotage presidencial. Simplemente porque hoy a esos electores, no los representamos. Además, mis estimados dirigentes y conductores todos los afiliados a la UCR sabemos que hoy tienen cooptado los Órganos Partidarios merced a sus propias necesidades e intereses y no al de los afiliados y militantes. Lo que la UCR necesita no es ver si apoyamos a éste o aquel candidato extrapartidario, lo que la gloriosa y centenaria UCR urgentemente necesita es de la autocrítica, el debate y de un proyecto de reconstrucción con nuevos actores y espacio para las futuras generaciones», argumentó.
«Esta conducción se tiene que ir y dejar de hacer daños, todavía estamos a tiempo de reconstruir lazos internos con la militancia y luego con la sociedad toda, si realmente queremos -enserio- ser alternativa de gobierno alguna vez en esta bendita Provincia que nos vio caer derrotados en las urnas como nunca nos imaginamos. A la espera que depongan sus mezquinas actitudes y reflexionen, quienes deben reflexionar en pos del interés general, me despido reuniendo al pueblo de la UCR, en un fuerte abrazo Radical».
