El boxeador argentino, que unificará el cinturón mundial supermosca ante Jesse “Bam” Rodriguez, de quien se rumorea que es protegido de la organización. A sólo dos semanas de la pelea más importante para el boxeo argentino en esta temporada y quizás del último lustro, Fernando Martínez vs. Jesse Bam Rodriguez, comienzan a vivirse todas las expectativas, nervios, sospechas e incertidumbres que sólo los grandes combates pueden despertar. Y este no es la excepción.
A los 34 años, Martínez, campeón mundial supermosca, escogió la soledad y el sacrificio lejos de sus raíces para esperar esta contienda unificatoria (AMB, CMB y FIB) del próximo sábado 22 del corriente en Riad, Arabia Saudita, repitiendo sus productivas concentraciones anteriores en Las Vegas; corriendo por el desierto y entrenando en sus gimnasios bravos con sparrings pagos de 100 dólares el round como el mexicano Sergio Mendoza Córdoba, un invicto de 26 peleas considerado un calco de Bam Rodriguez.
Sabe también que políticamente todo le será adverso. Riad es, geográficamente, territorio pugilístico neutral, pero la influencia de la Comisión Británica de Boxeo en sus fiscalizaciones y la cercanía a este organismo de los promotores ingleses: Eddie Hearn, director de Matchroom, promotora que representa al rival del Pumita, y Queensberry Promotion, liderada por el londinense Fank Warren, con quien entabla negocios permanentes. Y esto era algo sabido por los argentinos cuando firmaron el pomposo contrato con el jeque local Turki Alalshik.
Las voces de
los organismos: CMB y AMB
El medio LA NACION se comunicó telefónicamente con los dos dirigentes más influyentes de esta industria: el mexicano Jose Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), y el venezolano Gilberto Mendoza (h.), titular de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), quienes se mostraron irresolutos aún en el modo en que serán designadas las autoridades para este match que involucra a sus campeones. Sulaimán, nos dijo: “Buscaremos la manera posible de lograr que la Federación de Medio Oriente controle esta velada con tantos títulos mundiales y excluya a la Comisión Británica de Boxeo. Esto está en marcha y veremos cómo termina. No puedo hacer más conjeturas al respecto en estos momentos”.
Mendoza fue más drástico sobre el panorama de jueces y jurados: “Será difícil poder excluir de la decisión de los organizadores a la Comisión Británica, que buscará imponer parte de su gente en todas las peleas mundialistas. Haremos lo posible por garantizar un marco neutral a Martínez, nuestro campeón, pero nos resultará complejo”.
La velada contará con el respaldo de los siguientes combates mundialistas: David Benavidez, de Arizona, expondrá su cetro semipesado CMB ante el inglés Anthony Yarde; el británico Sam Noakes y el norteamericano Abdulaj Mason, dirimirán por el liviano OMB vacante y el estadounidense Brian Norman defenderá la corona welter OMB ante su compatriota Devin Haney.
Calabrese y sus reflexiones
Rodrigo Calabrese es el mentor en el profesionalismo de Martínez y fue vital en pasajes difíciles de su vida. Desde Las Vegas, le dijo a LA NACION: “Sabemos lo que hacemos y hacia dónde vamos. Nos pasó lo mismo cuando peleamos con Ancajas e Ioka. Todo para perder y nada por ganar. Siempre fue así. Nos acostumbramos. El miércoles próximo viajamos hacia Riad. Llegarán el Chino Maidana y el doctor Wálter Quinteros para acompañar en esta última etapa con el equipo. Fernando está más fuerte que en otras ocasiones. Será una pelea épica y lamentamos todas las trabas que nos impusieron para no poder tener la pelea por TV abierta en Argentina. Esto nos hubiese potenciado hacia lo máximo. Todo lo político y la puja por las autoridades tendrá el apoyo hacia nosotros de la empresa PBC (Premier Boxing Champions) con la que tenemos contratos. No firmamos nada con Zuffa Boxing , la compañía de Turki y Dana White, con apetencias de administrar y dirigir el pugilismo mundial”.
El Pumita no llegó aún a Arabia Saudita. Ya se declaró en estado de rebeldía e intentará, otra vez, arruinarle la fiesta al “protegido de la casa”. Deberá llevar más de mil golpes de todo tipo, en su repertorio, para salir ileso en este convite.




