Formosa participó del Segundo Foro Federal hacia un Plan contra las Violencias de Género

Los días jueves y viernes últimos se desarrolló en Paraná el Segundo Foro Federal Participativo Hacia un Plan Contra las Violencias de Género del que participaron las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones y Entre Ríos. En el mismo se trataron cuatro ejes fundamentales: la prevención, asistencia integral, la protección de las violencias por motivos de género y por último, las interseccionalidades. Las ONGs de la región se reunieron para lanzar la Red Federal contra las Violencias en un encuentro histórico.
En ese marco Laurana Malacalza, docente e investigadora de la Universidad Nacional de La Plata y de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, en diálogo con el Grupo de Medios TVO habló de la importante convocatoria.
«El jueves empezó con una muy activa participación de más de 300 referentes de organizaciones de sociedad civil, sindicales, organizaciones políticas de toda la región del NEA; de Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones y Entre Ríos, esas personas que por voluntad propia se movilizaron hasta Paraná en muchos casos habían hecho consultas previas con otras organizaciones para llevar propuestas de acciones, la verdad que fue un proceso muy interesante a pesar de la rápida convocatoria que hicimos porque dimos casi una semana entre un foro y otro, una semana solamente de convocatoria, para nosotros fue una enorme experiencia, enriquecedora porque los foros se realizaron en cuatro temáticas, una que es una serie de propuestas de acciones para prevenir la violencia de género, hubo propuestas en otro foro para la asistencia integral y el acceso a la justicia, en otros foros se discutían propuestas de acciones para la protección de personas que estaban en situación de violencia de género y el último eje tuvo que ver con pensar acciones para las personas que además de sufrir violencia de género sufren otro tipo de opresiones como migrantes, en contextos de encierro, mujeres que habitan en pueblos indígenas, mujeres rurales, con discapacidad, fue una experiencia muy importante porque es una experiencia al menos en lo laboral en políticas públicas de violencia de género que innovadoras, algo histórico, no había ocurrido en otras veces que ocurra de manera conjunta entre el estado y las organizaciones de la sociedad civil», explicó.
«Todas las propuestas de acciones que estamos relevando en todas las regiones van a ser sistematizadas por el Ministerio y van a estar integrando las decisiones más importantes de políticas públicas que comprende un plan nacional contra la violencia de género», acotó.
Asimismo detalló que se harán más encuentros para abarcar todo el país. «Son 8 encuentros en total, el de Paraná que comprendió la región del litoral es el segundo, el próximo lo hacemos en La Pampa para toda la Patagonia norte es decir La Pampa, Neuquén y Río Negro, después en el NOA, en la región de Cuyo, en el Centro y en la Patagonia sur, vamos a recorrer todo el país con estos foros que a nosotros también nos pone en un enorme estímulo».
«Vengo de trabajar diversos temas porque primero asumí en el Ministerio un Observatorio de Violencia de Género en la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, tengo un paneo de esto y de lo que ocurre a nivel nacional, de la enorme dificultad que hay en la articulación entre los organismos estatales para pensar políticas integrales en materia de violencia de género, la escasísimas políticas públicas en materia de prevención de la violencia de género y las enormes dificultades que hay en términos de protección, nosotros partimos un diagnóstico muy complejo, con muchísimas dificultades pero entendemos que de la única manera de encontrar una respuesta adecuada a la problemática con las características particulares que adquiere la violencia de género en las distintas regiones es construyendo con quienes han venido dando respuestas en los territorios que son las organizaciones sociales, políticas, feministas y también construyendo este plan con el compromiso de los gobiernos municipales y provinciales o sino no va a haber política pública posible de llevar a cabo, tiene esa articulación con experiencias territoriales para fortalecerlas que vienen desarrollando muy a pulmón desde organizaciones de la sociedad civil y articulando y pidiendo compromiso en las definiciones de las políticas públicas de los municipios y las provincias, el gobierno nacional no puede ejecutar la política pública nacional», aseguró.
«La cultura machista y patriarcal corresponde a un sistema de dominación que tiene a las masculinidades hegemónicas como quienes ejercen la violencia machista, las mujeres no ejercemos violencia machista sino que otras violencias pero no las machistas ni las de género», explicó.
De la misma forma se refirió a la región del norte donde hay una mayor influencia machista si se quiere. «El patriarcado es un sistema de dominación y de construcción de subjetividades de forma de construir nuestras subjetividades que por supuesto también influyen en el modo en que las mujeres construimos nuestras formas de ser mujeres en el mundo y muchas veces como ocurre con otros sistemas de opresión, el oprimido reproduce las lógicas del opresor, eso sabemos perfectamente que es así, pero que ejerzan prácticas machistas por parte de las mujeres o prácticas que de alguna manera legitimen la dominación entre los géneros no significa que las mujeres podamos ejercer violencia de género, violencia machista, eso es como clave porque siempre se dice que puede haber violencia de género al revés y es un desacierto enorme, un desconocimiento porque la violencia de género tiene que ver con una relación de dominación entre los géneros y donde las masculinidades hegemónicas tienen un lugar de poder, muchas veces y eso es cierto, la cultura machista se reproduce también desde muchas mujeres, eso se explica porque el patriarcado es un sistema de opresión entonces construye como sistema subjetividades machistas de mujeres y varones pero mayormente son de varones», aclaró.
Asimismo habló de la importancia de los cupos por ejemplo en política, «esto tiene que ver con las condiciones de desigualdad, no de capacidad, a pesar de la igualdad formal que establece la ley la realidad es que hay una desigualdad en términos de poder acceder, las mujeres por las tareas de cuidados del hogar, por la falta de acceso durante muchos años al empleo, al espacio público, a la educación, se establecen condiciones de desigualdad para el acceso a determinados lugares en este caso en la política, pero también el estado puede llevar a cabo y eso está establecido por tratados internacionales, llevar a cabo lo que se llama políticas de discriminación positiva, es decir reconocen que hay una situación desfavorable, desigual que por un tiempo determinado va a generar una acción que promueva una participación especial como puede ser la cuestión del cupo laboral trans y demás para que esta situación de desigualdad quede subsanada por ese procedimiento especial que se establece».
«En las conclusiones cuando terminen los foros van a salir propuestas de acciones concretas, no es hacer los foros solo para diagnosticar cómo es la situación en cada provincia, la verdad que en toda la región del litoral es muy preocupante la situación de las violencias y de las inexistencias prácticamente de dispositivos estatales o las dificultades que encuentran esos dispositivos para dar respuestas a las personas que están en un contexto de violencia de género, vamos a tener estas acciones concretas para poder sin más cuestiones poder llevar adelante como gobierno nacional», finalizó Malacalza.

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