Max Verstappen apabulló en Suzuka y se quedó con la pole para el GP de Japón

Suzuka tiene una ligazón con Max Verstappen que será eterna. Fue allí, el 3 de octubre de 2014, donde tuvo su debut en una sesión oficial de un Gran Premio de Fórmula 1. Fue en la primera tanda de entrenamientos de la 15ª fecha de aquella temporada, ocupando la butaca que le dejó el francés Jean-Éric Vergne en Toro Rosso, hoy Alpha Tauri. Un pequeñín neerlandés, de apenas 17 años y tres días, sorprendió a todos porque apenas tenía 23 carreras en Fórmula 3.
Apenas cinco meses más tarde, con 17 años, cinco meses y 15 días, el hijo de Jos correría el GP de Australia y se transformaría en el piloto más joven en tener su bautismo en el Mundial, marca que perdurará por siempre porque la FIA, a partir del caso Vesrtappen, cambió la normativa y puso un mínimo de 18 años para poder llegar al Mundial y, además, tener registro de conducir en las calles, algo que Max no tenía.
Vaya si Japón será por siempre un lugar marcado en la vida del piloto de Red Bull. Y qué mejor lugar que Suzuka para dar un tremendo golpe sobre la mesa tras el malpaso de Singapur, para poner todo en orden con una pole position alucinante para la 17ª fecha del ejercicio 2023.
Verstappen fue aplastante. Dominó los tres entrenamientos y apenas fue superado por Charles Leclerc al cierre de la Q2, pero porque el neerlandés apenas salió una vez. Ya en Q3, cualquier esperanza que tuvieran desde McLaren (de fantástica actuación con Oscar Piastri y Lando Norris) de luchar por la pole, dio por tierra con el primer intento del bicampeón.
Y si alguna mínima duda quedaba, volvió a bajar su tiempo en el final, solo como para hacer más grande la paliza. Esas 581 milésimas que le sacó a Piastri son la muestra cabal de la diferencia que hay de Verstappen con el resto. Sin dejar de destacar lo realizado por la escuadra de Woking, de constante ascenso desde el GP de Austria, novena fecha del calendario.
“Está siendo un fin de semana increíble, sobre todo en clasificación. Empujé al límite y se sintió bien. Tuvimos un mal fin de semana en Singapur, pero desde la preparación que hicimos, sentía que esta pista iba a ser buena para nosotros, pero nunca sabes lo buena que va a ser, por lo que intentas encontrar mejoras en diferentes lugares. Hacer la pole aquí es fantástico”, contó Verstappen, quien tuvo un mesurado festejo, sabedor de la enorme diferencia que tiene con respecto al resto del mundo Fórmula 1 y que su tricampeonato es solo cuestión de tiempo. Seguramente será en Qatar (la cita siguiente), solo porque no le dan los números en Japón.
El título que sí puede definirse en Suzuka es el de Constructores. La distancia que Red Bull sacó con el resto es estratosférica. Allá lejos andan Mercedes y Ferrari batallando por el segundo lugar, a años luz de la escuadra de las bebidas energizantes. ¿Dónde quedó Checo Pérez, el otro integrante del team austríaco? Quinto y lejos, muy lejos, a 773 milésimas.
“Nos enfocamos en el ritmo de carrera porque nos dimos cuenta en ensayos que no iba bien a una vuelta”, fue la explicación del mexicano, quien tendrá que luchar con los dos McLaren y la Ferrari de Charles Leclerc para completar el deseado 1-2 de Red Bull.

Resultado de la clasificación

¿Y Carlos Sainz? El español, quien venía de hilvanar dos pole positions consecutivas y ganar en Singapur, apenas fue sexto y a casi un segundo de Verstappen.
“Estamos un paso por detrás de Red Bull y McLaren”, dijo. Del neerlandés, por lo visto, está a más de un paso. Extraño lo ocurrido con el RB19 en Marina Bay.
Con el panorama que dejó la clasificación, solo se puede esperar lucha por el segundo lugar. Es cierto que las carreras hay que correrlas, como decía Juan Manuel Fangio. Pero de no existir un error de Verstappen o un fallo en el Red Bull, la combinación de himnos neerlandés y austríaco volverá a sonar en el podio de la Fórmula 1.

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