Novak Djokovic y Nick Kyrgios, chocan
en la gran final de Wimbledon 2022

Llegó la hora de la verdad, el momento que todo aficionado al tenis estaba esperando, esa final que parecía utópica y que finalmente se ha dado y que se jugará este domingo desde las 10 horas. Y es que Wimbledon 2022 se recordará por muchas cosas, pero una de ellas no cabe duda que será por el protagonismo de Nick Kyrgios y su nivel competitivo al más alto nivel, algo que no había ocurrido hasta el momento. El australiano tendrá que superar el mayor reto posible en una pista de hierba desde hace años, como es intentar vencer a Novak Djokovic. El serbio es consciente de que su temporada está en jaque por la prohibición vigente de no competir en Estados Unidos, perderá posiciones en el ranking y su éxito y posibilidad de seguir postulándose a ser el mejor de todos los tiempos, pasa por este encuentro. El All England Lawn Tennis Club se vestirá de gala para acoger un duelo de estilos y personalidades apasionante.

Novak Djokovic, el anhelo de dinamitar récords y volver a degustar la gloria

Un competidor feroz como el serbio no puede concebir quedarse un año en blanco en cuanto a títulos de Grand Slam a estas alturas de su carrera, y más viéndose afectado por motivos extradeportivos hasta en dos ocasiones. Después de la decepcionante derrota ante Nadal en París, la hierba de Londres se erigía en el único bálsamo posible que apaciguara la tormenta interna de ambición y anhelo de redención de un ganador nato. Djokovic ha recuperado su esencia, vuelve a ser ese lobo capaz de destrozar a sus rivales antes de que ellos se den cuenta, esa muralla inexpugnable que se desplaza por el césped cual tiburón en océano y que eleva el juego en esta superficie a un estatus superior.
Sus dudas iniciales ante Kwon, la escaramuza de Van Rijthoven y el susto de Sinner no han servido más que para reafirmar la capacidad innata que posee para ganar partidos cómo y cuándo quiere. Es consciente de que todo depende de él, de que es simplemente el mejor y de que si está fino, concentrado y en buena disposición mental y tenística, apenas se pueden contar con los dedos de una mano los jugadores capaces de vencerle. Da la casualidad de que uno de ellos quizá no esté en el top-10, ni siquiera partiera como cabeza de serie en este torneo, pero le ha demostrado que puede darle disgustos y será él precisamente, su rival en la final de Wimbledon 2022.

Nick Kyrgios, el anticristo
ante su juicio final

Amado y odiado a partes iguales, despreciado y aplaudido, denostado y temido. No hay escala de grises en torno a Kyrgios, un personaje de permanentes contrastes que parecía predestinado a la gloria, pero el miedo se cruzó en su camino. Nick es un chico atormentado, un joven con capacidades naturales que apenas unos privilegiados en el mundo poseen, pero se escuda en su actitud displicente como parapeto al fracaso. Su temor a ver que no era tan bueno como creía le han hecho llevar una vida disoluta, disfrutando de escaramuzas ante los mejores, cayendo en el tedio cuando estaba lejos de grandes escenarios y atravesando serios problemas mentales que amenazaban su permanencia en el tenis.
Por suerte, ha encontrado su lugar en el mundo y el tenis vuelve a ser algo más que una tediosa profesión a la que tener dedicarse cuando no se quiere. La bendición se convirtió en condena, pero Kyrgios le ha dado la vuelta a todo en unos meses y se presenta ante la gran oportunidad de su vida. Durante años ha estado mucho más cerca de la retirada que de un éxito de estas magnitudes y el escenario no puede ser mejor para que saque a relucir todas sus virtudes. Sufrió ante Jubb, se exhibió ante Krajinovic y encontró un punto de inflexión en el triunfo sobre Tsitsipas. Lo que vino después, contra Nakashima y Garín, es el verdadero termómetro de su avance en cuanto a madurez y consistencia.

Claves tácticas de la final de Wimbledon 2022 entre Novak Djokovic y Nick Kyrgios

Debutar en una final de Grand Slam y hacerlo en Wimbledon contra una leyenda es un escenario poco halagüeño para las sorpresas, pero si hay alguien que pueda gestionarlo con naturalidad, e incluso crecerse, ése es Nick Kyrgios. El australiano está sacando muy bien, pero en contra de lo que le ha ocurrido en otras ocasiones, es capaz de mantener un equilibrio entre agresividad y solvencia de fondo de pista. Tendrá que estar dispuesto a ver cómo necesita varios golpes ganadores para ganar un punto, tendrá que estar preparado para una tortura mental a la que será sometido por Novak, y también al juicio sumarísimo de un público cuyo papel en la final será interesante.
Para muchos, esta final la protagonizarán dos villanos, cada uno en su estilo. Y el amor por los malos de la película es algo muy personal. Nick debe involucrar a la grada, pero no tendrá margen para desconcentrarse ante una roca física, tenística y mental como es Novak Djokovic. Su única opción pasa por ser muy agresivo, encontrar muchos puntos gratis con su servicio y confiar en que todo se resuelva en pocos puntos, haciendo que el temor a la gloria y a no cumplir con la meta mermen el juego del serbio. Novak es el favorito, Novak tiene que ganar, Novak no puede dejar escapar esto. Es lo que pensamos todos, pero ese pensamiento puede ser letal para él si el partido va igualado. Alargar puntos de fondo de pista, mover a su rival y obligarle a pegar en carrera, obligarle a correr hacia delante con dejadas que cambien el ritmo y tirar con acierto su revés paralelo, serán argumentos tácticos muy importantes para el de Belgrado.
Cara a cara entre Novak
Djokovic y Nick Kyrgios

He aquí un aspecto que puede ser vital en el desenlace del encuentro, siempre y cuando el australiano consiga mantener la igualdad. Hay muy pocos jugadores que tengan ganado el head to head a Djokovic, y menos aún que no hayan perdido ni un solo encuentro con ellos y posean dos triunfos. En esto se fundamentan parte de las esperanzas de un Kyrgios que encontró la manera de desbordar a Novak en Acapulco 2017 e Indian Wells 2017. No corrían buenos tiempos para el balcánico y sendas derrotas se produjeron en un contexto de mucho calor, algo que puede darse también en Londres en esta final de Wimbledon 2022. Está por ver si, a cinco mangas y en un partido con tanto en juego, hay margen para que este atípico cara a cara viva un nuevo episodio en favor del australiano.

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