
Mientras la política se reacomoda tras la elección «bisagra» del último domingo, el oficialismo empoderado por la victoria porteña le puso el acelerador al armado de la provincia de Buenos Aires. La única certeza es que en octubre la lista será violeta, pero de cara a la elección provincial sigue habiendo barro por internas, nombres y disputas estratégicas.
Las primeras repercusiones pusieron paños fríos a la tensión post mortem que dejó la áspera campaña porteña. Aunque desde el PRO mostraron rasgos de negación en un intento de revalorizar al partido, en la Casa Rosada no dan por muerto al espacio en sí -puesto que todavía lo necesitan como aliado en el Congreso-, aunque sí dan por terminada la era de Mauricio Macri.
El líder amarillo se contactó con el presidente Javier Milei vía WhatsApp el miércoles a la noche, a tres días de la derrota y luego de que el jefe de Estado contara en LN+ que no se había ocupado en felicitarlo el domingo: «Saluda el que pierde, no el que gana», reprochó el mandatario.
Un estratega de Casa Rosada aseguró esta semana que el liderazgo del expresidente ya no existe: es algo que en realidad creen que es un hecho hace tiempo, solo que ahora tienen una prueba contundente. Con esto recobra valor el presidente del PRO bonaerense, Cristian Ritondo, el equilibrista que con la bendición de Macri busca conciliar un frente con LLA en la provincia de Buenos Aires sin dejar de lado la marca amarilla.
El diputado, quien además es jefe de bloque en Diputados, tiene diálogo frecuente con el asesor Santiago Caputo y el armador de Karina Milei, Sebastián Pareja. De hecho, se llamó al silencio en el tiroteo por la Ciudad sin dejar de lado las conversaciones con los libertarios por la provincia.
El diputado rompió el silencio este martes, en el AmCham Summit 2025: «No tiene que ser un pase de dirigentes, tiene que ser un frente», dijo al ratificar el acuerdo en PBA con LLA. Ese mismo día hubo una reunión de bloque de diputados, de la que trascendió que negociarán sostener la identidad en una de las dos elecciones, la provincial o la nacional.
«La elección nacional es La Libertad Avanza. Punto», definió tajante ante El Cronista una fuente muy cercana al Presidente y al armado. Lo cierto es que todos (no tan) por lo bajo confían en que el PRO va a desaparecer naturalmente, y eso los empodera para imponerse en octubre. Es el único punto en común entre todos los libertarios: la disputa entre ellos es sobre lo que sucederá en septiembre.
El tumulto de la
elección provincial
Al acuerdo en la provincia, en definitiva, le falta el moño. Otro armador karinista aseguró en diálogo con El Cronista que la alianza ya no tiene marcha atrás por la presión de los intendentes, quienes «ya tienen todo arreglado» para el baño violeta. Pero el factor que todavía funciona como obstáculo es la propia interna dentro de La Libertad Avanza, donde dos facciones compiten por cargarse la próxima victoria.
Desde el ala del asesor presidencial Santiago Caputo están predispuestos a que se dé una coalición como la que hicieron en Chaco, entre varios sellos. El objetivo, bajo la orden de Javier Milei, es que sea como sea vayan juntos para «ganarle a Axel Kicillof». Es la motivación que tienen en común con más de un dirigente amarillo: Diego Santilli, por caso, se cansó de criticar la resistencia en el PRO de no ir juntos con José Luis Espert en 2021 y es uno de los principales candidatos a hacer el pase.
Los armadores de la agrupación «Las Fuerzas del Cielo», que responde a Santiago Caputo, no coinciden con la visión de Eduardo «Lule» y Martín Menem de intentar imponer la marca libertaria al 100 por ciento también en septiembre. Ellos sostienen que el acuerdo deberá ser entre dirigentes y que el peso de la lista de Milei es suficiente para imponerse. Por otro lado, los «caputistas» quieren avanzar hacia un frente multicolor entre partidos.
Con todo, se suma la pelea por los nombres. La interna quedó expuesta la semana pasada, cuando Pareja subió una foto de los bonaerenses libertarios en la Casa Rosada y los influencers de Las Fuerzas del Cielo hicieron notar la ausencia de Agustín Romo, el jefe de bloque de la Legislatura y uno de los integrantes de la agrupación.
Tampoco se apaga el rumor por una supuesta corrida de Espert para imponer a Santilli, por orden de Karina, aunque desde el sector «caputista» aseguran que el diputado sí o sí se mantendrá como candidato. También revuelan críticas hacia Ramón «Nene» Vera, un dirigente bonaerense cercano a Pareja de pasado K, y empiezan a amagar con Alfredo Caseros, a quien ven como buen aporte por su «odio a los políticos».