Redes sociales y la palabra de vecinos, las claves para identificar a los tiradores que mataron a una niña

Nayla Torrilla recibió un balazo cuando jugaba en uno de los pasillos de la villa 1-11-14; para la familia de la víctima, los asesinos serían jóvenes de la zona.
Todos afirman que los tiradores que mataron a Nayla Torrilla, la niña de 4 años asesinada de un balazo en el pecho cuando jugaba en uno de los pasillos de la villa 1-11-14, en el Bajo Flores, son de la zona, pero nadie los conoce “personalmente”. Ahora, los investigadores del homicidio buscan en redes sociales y en declaraciones testimoniales información que permita identificar a los autores del crimen.
Así lo pudo reconstruir LA NACION de fuentes de la investigación. Torrilla murió en el Hospital General de Agudos Parmenio Piñero, donde fue trasladada gravemente herida al recibir un balazo en el pecho. Todo ocurrió el martes a la noche a las 22 en Bonorino y Calle 10, en la villa 1-11-14 en el Bajo Flores. Los tiradores dispararon 32 proyectiles presumiblemente desde un Renault 19 gris.
“Ya están identificados, son del barrio, los están buscando. Son dos chicos, no son bandas. En el medio de problemas de ellos, quedó mi hija. Lo único que sé es que perdí a mi hija”, dijo Alcira la madre de la víctima.
En el ataque a tiros, un joven de 19 años fue herido de un balazo en una de sus piernas.
Fue identificado por fuentes policiales como William Arsamendia Escobar. “Arsamendia Escobar sostuvo que le quisieron robar la bicicleta y el teléfono celular y que, cuando salió corriendo, comenzaron a dispararle”, sostuvo a LA NACION una fuente del caso.
“Cuando fue mi hermana a buscarla, mi hija estaba tirada en el suelo. Yo la agarro y me fui corriendo al hospital y se me murió mi hija en mis brazos. Me la arrebataron de mis brazos. Lo único que quiero es justicia por mi hija. No manden gendarmes para nada, lo que queremos es gendarmes para que nos cuiden”, sostuvo, quebrada en llanto, la madre de Nayla.
La investigación está a cargo del fiscal criminal y correccional porteño Eduardo Cubría, con la colaboración de detectives de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad.
“Los investigadores todavía no tienen en claro si el ataque a balazos se trató de una disputa territorial o una venganza. Si de fondo hay un tema de narcotráfico, no lo tenemos claro aún”, afirmó una fuente del caso.
Las filmaciones de las cámaras de seguridad instaladas en las cercanías de la escena del crimen no aportaron información de relevancia para los investigadores.
Según pudo saber LA NACION de fuentes al tanto de la pesquisa, las primeras personas en declarar fueron la madre y una tía de la niña asesinada y el joven herido de un balazo.

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