Toloza aseguró que Crucero del Sur se encuentra
en estado de «mortalidad» operatoria y financiera

El presidente de UAL, Profesor Carlos Toloza, afirmó que el servicio de transporte público de pasajeros en la ciudad de Formosa, que presta la concesionaria Crucero del Sur, no sólo es «inservible», sino que está a punto de cesar, toda vez que se encuentra en estado de «mortalidad» operatoria y financiera.
No se trata de una novedad ni de una situación que se presenta de la noche a la mañana, es una realidad que se supo y se conocía con lujo de detalles desde que el primer coche de Crucero del Sur, pisó el primer metro de asfalto de la capital formoseña. No sorprende ni puede sorprender a nadie, sobre todo a los cuatro actores fundamentales de esta tragedia ciudadana que es el servicio de transporte urbano de pasajeros, que no son otros, aseguró el actual vicepresidente del Comité Provincial de la UCR, que Crucero del Sur, el gobernador Gildo Insfrán y el Intendente Jorge Jofré, y la UTA, el gremio que nuclea a los trabajadores del volante.
Toloza aclaró que hay que saber, y los 4 actores mencionados lo sabían, que lo que se recauda por el corte de boletos no sólo no da ganancias a la empresa prestadora, sino que da pérdidas, es un servicio totalmente deficitario desde el primer minuto.
Explicó el ex dirigente sindical docente que esto es así porque el precio del boleto está «planchado», no es real ni refleja el verdadero costo de viajar. El gobierno, en componendas meramente políticas demagógicas y populistas el intendente capitalino y los concejales, con la empresa (Crucero del Sur) y la UTA «arreglan» de tiempo en tiempo y según la inflación de precios de la economía argentina, el valor ficticio del pasaje en la ciudad capital, pero sólo para que la brecha deficitaria no se expanda y se constituya en una carga financiera cada vez más grande para el estado provincial, Gildo Insfrán y el estado municipal, Jorge Jofré.
Aseguró que esta realidad del transporte público urbano de pasajeros la sabían desde un principio los cuatro actores, claro que para el público en general llevaban adelante, y siguen llevando, la teatralización del conflicto a cuatro bandas, incluidos paros de actividades, apariciones en los medios, sesiones en el Concejo Deliberante y “aumento” del boleto, con un agregado burlesco, la empresa pide entre un 30 y 50 por ciento más de lo que acordaron previamente, para que los señores concejales figuren como “peleadores” y “defensores” del pobre y sufrido usuario..
Se pone en la escena pública una gran tragicomedia en la que ninguno de los actores dice quién es el culpable del fracaso en la materia, porque todos los son: nunca se dijo, es culpa de Insfrán, de Crucero del Sur, de la UTA o de Jofré. todos quieren fungir de n inocentes «palomitas» y que el «mal del transporte» Hay que saber, y todos estos 4 actores lo sabían, lo que se recauda por la venta de boletos no sólo no da ganancias a la empresa prestadora, sino que da pérdidas, es totalmente deficitaria desde el primer minuto.
Esto es así porque el precio del boleto está «planchado», no es real ni refleja el verdadero costo de viajar, el gobierno, en componendas con los concejales, la empresa y la UTA «arreglan» de tiempo en tiempo y según la inflación de precios de la economía argentina, el valor ficticio del pasaje en la ciudad capital, pero sólo para que la brecha deficitaria no se expanda y se constituya en una carga financiera cada vez más grande para el estado provincial ( Gildo Insfrán) y el estado municipal ( Jorge Jofré).
Esta realidad del transporte público urbano de pasajeros la sabían desde un principio los cuatro actores, claro que para el público en general llevaban adelante, y siguen llevando, la teatralización a cuatro bandas, incluidos paros de actividades, apariciones en los medios, sesiones en el Concejo Deliberante.
Es una gran tragicomedia en la que ninguno de los actores dice quién es el culpable, porque todos los son: nunca se dijo, entre ellos, es culpa de Insfrán, es culpa de Crucero del Sur, es culpa de la UTA o es culpa de Jofré. todos son inocentes «palomitas» y mal del transporte es una «mala suerte» que cayó del cielo, o una plaga como las que azotó al Egipto en los tiempos de Moisés.
Los usuarios, los únicos inocentes en toda la dimensión de la palabra, son los convidados de piedra».
Cuando el servicio empezó a rodar, y sucederá lo mismo con una hipotética nueva empresa que viniera a sustituir a Crucero del Sur, se dio un acuerdo por el que el estado nacional subsidiaría (pondría dinero) a la empresa (lo hace en todo el país) a los fines de que se mantenga un boleto «barato», un servicio aceptable y hasta la lógica ganancia de la empresa, porque se trata una prestación del mercado capitalista, en el que la finalidad es el lucro, la ganancia.
Cuando los coches fueron nuevos los gastos de mantenimiento eran casi nulos, al menos el primer año, ( como todo auto nuevo que uno tiene), el dinero del subsidio «alcanzaba», pero cuando pasaron los años como pasaron, las unidades se fueron desgastando y deteriorando, a la par que Gildo Insfrán y Jorge Jofré comenzaron a incumplir el acuerdo, con atrasos y mermas en el importe del subsidio y exigencias de prestaciones políticas demagógicas, como el boleto estudiantil, que no es gratis sino que su costo se trasladó a los usuarios en el valor del pasaje.
Así se armó el combo negativo que tenía que armarse: El dinero no le alcanza a la empresa para pagar a sus trabajadores, arreglar y tener al día las unidades, el gobierno no sólo se niega a cumplir con el subsidio comprometido entre nación y provincia en el pacto fiscal con Macri, sino que retrasa los depósitos mensuales, ya que los usa como un arma de presión política contra los otros actores de la tragedia, a los que tiene sobre ascuas.
Así, el servicio que presta Crucero del Sur depende del Gobernador de la provincia, los sueldos que se pagan a los choferes dependen del mismo, el buen servicio que debe prestar la Municipalidad depende del Primer Mandatario, el precio del boleto depende de éste, el boleto estudiantil depende también de él, que haya buenos colectivos, incluido el aire acondicionado, depende de Gildo Insfrán, lo mismo que la frecuencia con que pasan los coches por las paradas. es una «mala suerte» que cayó del cielo, o una plaga como las que azotó al Egipto en los tiempos de Moisés.
Los usuarios, los únicos inocentes en toda la dimensión de la palabra, son los convidados de piedra».
Cuando el servicio empezó a rodar, y sucederá lo mismo con una hipotética nueva empresa que viniera a sustituir a Crucero del Sur, se dio un acuerdo por el que el estado nacional subsidiaría (pondría dinero) a la empresa (lo hace en todo el país) a los fines de que se mantenga un boleto «barato», un servicio aceptable y hasta la lógica ganancia de la empresa, porque se trata una prestación del mercado capitalista, en el que la finalidad es el lucro, la ganancia.
Toloza manifestó que cuando los coches fueron nuevos los gastos de mantenimiento eran casi nulos, al menos los primeros años, ( como todo auto nuevo que uno tiene), el dinero del subsidio «alcanzaba», pero cuando pasaron los años como pasaron, las unidades se fueron desgastando y deteriorando, a la par que Gildo Insfrán y Jorge Jofré comenzaron a incumplir el acuerdo, con atrasos y mermas en el importe del subsidio y exigencias de prestaciones políticas demagógicas, como el boleto estudiantil y el trasporte oficial a actos políticos de miles de personas, tanto en la capital como en el interior , que no es gratis sino que su costo se traslada a los usuarios en el valor del pasaje.
Así se armó el combo negativo dijo Toloza, que tenía que armarse: El dinero no le alcanza a la empresa para pagar a sus trabajadores, arreglar y tener al día las unidades, el gobierno no sólo se niega a cumplir con el subsidio comprometido entre nación y provincia en el pacto fiscal con Macri, sino que retrasa los depósitos mensuales, ya que los usa como un arma de presión política contra los otros actores de la tragedia, a los que tiene sobre ascuas y en estos tiempos contra la imagen municipal del intendente Jofré.
Toloza finalizó señalando que así, el servicio que presta Crucero del Sur depende de Insfrán, los sueldos que se pagan a los choferes dependen de Insfrán, el buen servicio que debe prestar la Municipalidad de Jofré depende de Insfrán, el precio del boleto depende de Insfrán, el boleto estudiantil depende de Insfrán, que haya buenos colectivos, incluido el aire acondicionado, depende de Insfrán, lo mismo que la frecuencia con que pasan los coches por las paradas.

Comentarios Facebook

Lo más leído