El movimiento Unión Alfonsinista de la UCR local denunció que el gobernador Gildo Insfrán aprobó un proyecto con una empresa siderúrgica brasilera, que proyecta talar 200 mil toneladas de madera de monte nativo, para hacer 90 mil toneladas de carbón vegetal, que harían funcionar un “Alto Horno” a construir en la llamada popularmente «Area 54», donde se levantan, a sólo 15 km de la Plaza central de la capital formoseña, la fábrica de uranio radiactivo, Dioxitex (rebautizada como NPU-Nueva Planta de Uranio), la central atómica experimental CAREM, un reactor nuclear que no existe en el mundo y que se instala en Formosa a modo de prueba piloto, para vender al exterior a países del tercer mundo, la usina eléctrica a biocombustible ( leña del bosque nativo) y ahora el Alto Horno para producir arrabio.
Carlos Toloza, presidente de UAL, afirmó que “Insfrán y su mentado Modelo Formoseño fundado en el más rancio capitalismo no afloja en su visión y decisión exterminadora del monte nativo, ya que ha aprobado, en el presente año, un proyecto para instalar un Alto Horno para industrializar mineral de hierro, que no tenemos en el territorio, y producir arrabio, que es el resultado de una parte del mineral de hierro fundido a altísimas temperaturas, y la otra, los deshechos de esa fundición, como es la llamada y descalificada ‘escoria’, basura o deshechos de la fundición”.
Se aclaró que el arrabio, que no es otra cosa que la piedra mineral fundida se utiliza para hacer hierro y acero, pero en estos tiempos de cuidado del ambiente se comenzó a darle un nombre «amigable», y se lo llama «arrabio verde», con lo que se pretende ocultar los daños al medio ambiente, por la ingente e incesante tala diaria de árboles nativos y por la emanaciones de dióxido de carbono que emite, tanto en los hornos en que se hace el carbón vegetal, como en el propio Alto Horno cuando se quema el material.
Se explicó que La piedra de mineral de hierro se extrae de las montañas que contienen ese mineral y se la funde en el Alto Horno, para lo cual se utiliza como fundentes la piedra caliza-«cal viva» ( que se debe extraer de las montañas) y que por reacciones químicas levanta altísimas temperaturas y el carbón, que en algunos países es el coke o carbón de piedra, y en otros como Argentina y Brasil el carbón vegetal. También se usa gas y otros combustibles. Pero Insfran decidió exterminar los árboles nativos, patrimonio de todos los formoseños.
Toloza destacó que para tener un cabal idea e imagen de la cantidad de madera a talar (200 mil toneladas), se debe comparar con la cantidad de tala para fabricar carbón común, que hoy se practica en nuestra provincia. Según datos oficiales del Ministerio del ´área, en los últimos años, se fabricaron en Formosa 16 mil toneladas de carbón por año, ese que se usa para fuego domiciliario.
Agregó que en el daño ambiental que produce el Modelo Formoseño se deben registrar los desmontes permanentes que autoriza cada año la Subsecretaría de Ambiente, a cargo del Sr. Hugo Bay, como «cambio en el uso del suelo» y las dos usinas eléctricas, con proyectos ya aprobados en Las Lomitas y en el «Area 54» de la capital.
Toloza informó que los informes solicitados por UAL a un observador económico de la realidad formoseña, señala que el Alto Horno “es un proyecto inviable, dado que la ecuación financiera da ingentes pérdidas, ya que hay que transportar, desde otras latitudes, tanto el mineral de hierro-piedra-, como la propia piedra fundente, la caliza, también debe transportarse el carbón vegetal, no pocos kilómetros”.
Aseguró que «debe ser un proyecto fantasma que no pasará a ejecución y habrá finalizado con ‘la compra millonaria’, a alguna ignota consultora, del estudio de Impacto Ambiental».
En el Informe se recordó lo de Altos Hornos Zapla, de Jujuy, propiedad de Fabricaciones Militares que tenía un área de fabricación de carbón vegetal en Pirané, en una zona conocida como «Zapla». En ese caso el carbón era transportado por el tren Belgrano, como también el que producían Chaco y Santiago del Estero.
