1994, el año en que Jim Carrey revolucionó Hollywood

Hace 30 años estrenaba “Ace Ventura”, la primera de las tres comedias que Jim Carrey protagonizaría en 1994 y que, seguida por “La máscara” y “Tonto y retonto”, lo catapultarían al estatus de estrella mundial y revolucionarían el género de la comedia en la industria del cine.
Alimentados por su plasticidad física digna de un contorsionista, su arsenal infinito de morisquetas y una energía exagerada siempre al filo del desborde, el trío de personajes sería su carta de presentación definitiva para las audiencias masivas y le abriría las puertas de la fama y la fortuna.
Cuando “Ace Ventura: Un detective diferente” desembarcó el 4 de febrero de 1994 en los cines de Estados Unidos y Canadá, James Eugene Carrey tenía 32 años recién cumplidos y más de 15 luchando por ganarse un lugar en la industria. Nacido en 1962 en un suburbio de Toronto, en Canadá, Carrey supo desde muy joven que lo suyo era la comedia: tenía apenas 8 cuando comenzó a hacer caras frente al espejo, y para los 10 se consideraba un imitador consumado.
Su carácter observador combinado con la capacidad de moldear a su antojo los músculos de su rostro le dieron seguridad, y tenía nada más 15 cuando montó un número y se presentó -con el apoyo de sus padres- en un club nocturno de Toronto. Ese día la propuesta no cuajó con el público, pero su camino en el show business ya había empezado. Presentación a presentación, fue puliendo su acto hasta que se hizo de un espacio y un creciente reconocimiento en el circuito de la noche.
Como ocurre con muchas de las historias de quienes triunfaron en Hollywood, uno de los mayores atributos de Carrey fue la fe en sí mismo, incluso después de atravesar un período familiar de indigencia y buena parte de su adolescencia en un entorno económicamente inestable. En 1980 viajó a Nueva York para audicionar para el show de variedades y sketches “Saturday Night Live” (SNL), aunque no quedó (y volvió a intentarlo cinco años más tarde, sin siquiera pasar el filtro para que lo viera en persona Lorne Michaels, histórico factótum del programa).
De todas maneras, algo comenzó a funcionar por esos años y, ya viviendo en Los Ángeles, consiguió varios roles en algunas sitcoms y también en la gran pantalla en proyectos con un moderado suceso: la comedia adolescente de terror “Yo amo a un vampiro” (1985), “Peggy Sue, su pasado la espera” (1986, a las órdenes de Francis Ford Coppola) y la comedia de ciencia ficción “Hay un marciano en mi vida” (1988, junto con Geena Davis y Jeff Goldblum).
Sin embargo, fue la TV la que terminó por ofrecerle la vidriera que le faltaba: “In Living Color”, un programa de sketches de comedia del canal Fox creado por Keenen Ivory Wayans, que nació con la premisa de llevar más allá lo que “Saturday Night Live” había creado. Entre 1990 y 1994, y casi como si el show hubiera estado destinado a probarle a Lorne Michaels que se había equivocado al no tenerlo en cuenta para SNL, Carrey desplegó en 127 emisiones a lo largo de cinco temporadas todo su potencial.
Justamente, fue su paso por aquel programa lo que le allanaría el camino hacia la fama definitiva, luego de que James Robinson, el presidente de la productora Morgan Creek, lo viera en uno de sus sketches y decidiera convocarlo para asumir el papel de Ace Ventura. Así, se sumó al proyecto que ya marchaba desde principios de los 90 y que, previo a su llegada, había buscado seducir a figuras ya instaladas como Rick Moranis, Judd Nelson, Alan Rickman, David Alan Grier y hasta a Whoopi Goldberg en un potencial cambio de género del personaje.

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