«All you need is love»: la primera vez que los Beatles sonaron el todo el mundo

El 25 de junio de 1967 se produjo la primera transmisión vía satélite a 24 países. La idea de sumar a los cinco continentes, la Guerra de los Seis Días que casi tumba el proyecto y un cierre que quedaría en la historia, con los nervios de John Lennon y la extraña sonrisa de Paul McCartney
En medio de las sesiones de grabación de los temas que integrarían el proyecto Magical Mystery Tour, Paul McCartney le preguntó a John Lennon, casi al pasar: “¿Cómo te va con la canción para lo de la BBC? ¿No falta poco para la transmisión?”. En ese instante John quedó tieso y miró sin dudar a Neil Aspinall, asistente de la banda, en busca de que lo pusieran en autos respecto de los tiempos con los que contaban. “Es dentro de un par de semanas, creo”, respondió Neil. La cara de Lennon se transformó: “Dios mío, ¿tan poco falta? Bueno, supongo que será mejor que escriba algo”.
En 1965 Aubrey Singer, productor de la BBC, tenía una idea en mente, algo que hasta el momento sonaba ficticio: lograr unir a los cinco continentes a través de una única transmisión televisiva en la cual cada uno de los países involucrados pudiera mostrar, en un par de minutos, lo que quisiera destacar ante lo que sería la audiencia más importante hasta el momento conseguida.
La primera transmisión de televisión por satélite había tenido lugar en julio de 1962, utilizando el satélite Telstar. Se transmitieron imágenes de Lyndon Johnson, por entonces vicepresidente de los Estados Unidos, a estaciones receptoras en Gran Bretaña y Francia. Y poco después del lanzamiento en 1965 del primer satélite comercial de comunicaciones del mundo, Intelsat 1, mejor conocido como Early Bird, el periodista Jack Gould, del New York Times, expresó el optimismo del día al escribir: “Early Bird es el precursor de la era en que la televisión podrá ir a cualquier parte del mundo y unir a la humanidad en experiencias compartidas tan vastas como para humillar a cualquiera que intente su plena contemplación”.
Para poder lograr su cometido, Singer entendió que un programa de televisión global era demasiado grande para que la BBC lo produjera solo, por lo que recurrió a la Unión Europea de Radiodifusión, una cooperativa con sede en Ginebra y Bruselas que coordinaba las organizaciones de radiodifusión en toda Europa, la UER accedió a asumirla y nombró a Singer al frente del proyecto.
Brian Flowers, exingeniero de UER, recordaría las cuatro reglas básicas del programa, que no podían alterarse. Primero, el programa no presentaría a políticos o jefes de estado. Segundo, sería en vivo, sin material grabado. En tercer lugar, todos los participantes tendrían pleno conocimiento de cualquier segmento que se incluyera. Y por último, la única razón para incluir un segmento sería el equilibrio del programa, no las preocupaciones geográficas o políticas. Asimismo, señaló que para el proyecto se usarían tres satélites de comunicación geoestacionales (Intelsat I, Intelsat II y ATS-1), a la vez que los cálculos estimaban que se necesitó el trabajo de diez mil técnicos.
En septiembre de 1966, luego de una gira mundial para determinar la viabilidad del proyecto, Singer convocó una reunión masiva en Ginebra con personas de los países participantes. “Fue realmente muy difícil lograr que la mayoría de esos países estuvieran de acuerdo en algo”, revelaría William Kobin, entonces vicepresidente de programación de National Educational Television (el precursor de la actual Corporation for Public Broadcasting), que se había sumado al ciclo. Enviado a Ginebra, Kobin llegó con el desfasaje horario y cansado, pero se fue entusiasmado, en gran parte debido a Singer: “Realmente era un gran bebedor de whisky, que empuñaba cigarros, ruidoso, explosivo, divertido, con poder emocional y mucha fuerza”.
Luego vino la tarea de transformar la idea de una transmisión global en un programa con un criterio unificado. “Estábamos tratando de convertirlo en algo que fuera un programa por derecho propio, que tratara de algo y que, sin embargo, tuviera que llevar consigo, y ese era el problema, todas las diferentes naciones”, recordaría Antony Jay, el guionista reclutado para el proyecto. “Entonces decidimos hacer el crecimiento de la población, que era una de esas preocupaciones, como lo es ahora el calentamiento global”. El programa comenzaría atendiendo los nacimientos de varios niños en salas de parto de hospitales de todo el mundo, luego examinar el mundo al que habían llegado. Consideraría el crecimiento de la población y los medios para apoyar a las personas en el planeta, y también profundizaría en los mundos de la cultura y la ciencia.
Fueron 10 meses de preparación del ambicioso proyecto, en el que debieron organizarse quiénes serían los países colaboradores, esos que participarían con material propio hasta los retransmisores, que solo compartirían las imágenes sin tener relación con lo que se emitiría. Así las cosas, se confirmó que el evento sería transmitido el 25 de junio de 1967. Pero claro, todavía habría un escollo más: cuatro días antes de la transmisión, cinco de los 19 países miembros involucrados se retiraron. La Unión Soviética y los países del Bloque del Este (Polonia, Checoslovaquia, Hungría y Alemania Oriental) protestaban por la respuesta de Occidente a la Guerra de los Seis Días en el Medio Oriente.
Así las cosas, los países colaboradores fueron Australia, Austria, Canadá, Dinamarca, Francia, Italia, Japón, México, España, Suecia, Túnez, Gran Bretaña, Estados Unidos y Alemania occidental. Por su parte, Bélgica, Bulgaria, Finlandia, Irlanda, Luxemburgo, Mónaco, Holanda, Noruega, Portugal y Suiza también se sumaron, pero sin material propio.

Comentarios Facebook

Lo más leído