Callum Turner, el hombre que enamoró a Dua Lipa: de futbolista sin futuro a actor prestigioso

A mediados de enero, durante el Festival de Cannes, la cantante británica Dua Lipa sorprendió no con un look espectacular, el lanzamiento de una canción o una declaración política, sino porque presentó novio. No era la primera vez que lo hacía. El año pasado aprovechó ese glamoroso mega evento para oficializar su relación con el director francés, Romain Gavras. Antes había vivido un noviazgo con idas y vueltas con el chef Isaac Carew y con el modelo palestino estadounidense Anwar Hadid. Esta vez, el elegido fue Callum Turner y nos dio un buen motivo para averiguar un poco más quién es ese señor.
Para los fanáticos del universo de Harry Potter y Animales Fantásticos, este británico de 33 años es una cara conocida. Callum es parte de ese grupo de actores integrado por Asa Butterfield, Tom Holland, Connor Swindells y con algunos años más Eddie Redmayne y Benedict Cumberbatch, que quizá no detentan una belleza apabullante, pero sí otra más sutil sumada a un talento evidente.
El novio de Dua Lipa viene de festejar su cumpleaños. Nació el 15 de febrero de 1990. Criado solo por su madre, creció sintiendo que el mundo podía ser un lugar tan fascinante como injusto. Habitante de una casa social en Chelsea, era feliz jugando al fútbol con esos amigos sin botines caros y camisetas de segunda selección. Para ir a la escuela debía caminar por Boltons, una de las zonas más caras del Reino Unido. Conocida popularmente como la “calle de los multimillonarios”, sus mansiones de 60 millones de dólares y guardias de seguridad veinticuatro horas, hacían que Callum se sintiera mientras crecía “Definitivamente como un extraño”.
De su padre poco se sabe. Se rumorea que es un australiano que vive en ese país junto al medio hermano y la media hermana de Callum. La figura paterna el actor la encontró en “muchos tipos homosexuales diferentes”, como reseña The Sun. Rose trabajaba en Ministry of Soun, un boliche emblemático de Londres, abierto toda la noche y pionero en el ámbito de la música dance y house. Allí conoció y se hizo amiga de Ben, el hijo de Vivienne Westwood, la diseñadora y creadora de la estética asociada con el punk. También se hizo compinche de Boy George y Steve Strange, líder de la banda Visage quien, además de ser el padrino de Callum, vivió un tiempo en su casa.
Hoy el hijo no escatima elogios para su madre, esa mujer que en la calle solía ser insultada por su forma de vestir y sin embargo, no se acobardaba y “permitía que una comunidad de personas me rodeara y protegía su amor por mí”. El actor recuerda esos tiempos como muy interesantes “creciendo en una vivienda popular, con una madre soltera, de clase trabajadora, pero también con todos estos personajes coloridos a mi alrededor. No se trataba de navegar en dos mundos, había tres, cuatro, cinco más”.
De esos mundos, algunos le estaban vedados. Fanático del Chelsea, la magra economía familiar no permitía pagar la entrada a los partidos. Desde su dormitorio en un cuarto piso, en ese barrio al que llamaban “El fin del mundo”, Callum abría la ventana y escuchaba los gritos que llegaban desde la cancha. Festejaba los goles con la misma alegría que los que podían verlos y no solo oírlos.
A los 16 años abandonó la escuela e intentó cumplir su sueño de futbolista. Habilidoso para jugar con sus amigos, le sobraba pasión y entrega, pero no le alcanzó para el fútbol profesional. Con su sueño redondo frustrado evaluó ser soldado, pero un estilista amigo de la familia decidió llevarlo a la agencia de modelos con la que trabajaba. El director quedó impactado con ese joven de figura sensual y destartalada y lo fichó para su agencia.

Comentarios Facebook

Lo más leído