Cecilia no fue la única víctima en Resistencia, donde en solo 45 días días asesinaron a cinco mujeres

En Chaco, donde en estos días el foco está puesto en la búsqueda de Cecilia Strzyzowski, la tasa de femicidios es una de las más alta del país
El asesinato de Cecilia Strzyzowski no fue un caso aislado en Chaco. Según cifras oficiales, esa provincia registra una de las mayores tasas de femicidios de la Argentina. Con 1,93 femicidios directos cada 100.000 mujeres, Chaco ocupa el segundo lugar entre las provincias donde se registran más casos mortales de violencia de género.
Pero, en los últimos meses, la violencia sobre las mujeres recrudeció. Si bien el asesinato de Cecilia constituyó el caso que conmocionó al país, al trascender las fronteras de la provincia, hubo otras cuatro mujeres que fueron asesinadas en 45 días, solamente en jurisdicción de Resistencia.
Esas víctimas, cuyos femicidios no fueron visibilizados a nivel nacional, forman parte de un listado que convirtió a la capital chaqueña en el mayor foco de violencia de género, donde se registraron cinco femicidios en un mes y medio.
Las otras víctimas en ese espiral de violencia contra las mujeres fueron Betiana Calvo, Elsa Vilaqui, Yasmín Silvestre y María Belén Piedrabuena.
Según el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina (RNFJA), durante 2022, Chaco tuvo la segunda mayor tasa de femicidios directos del país, con 1,93 cada 100.000 mujeres. Dicha cifra solo fue superada por Tierra del Fuego, donde hubo 2,24 femicidios directos cada 100.000 mujeres.
El estudio realizado por la Oficina de la Mujer de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que durante 2022, al menos doce mujeres fueron asesinadas en el contexto de violencia de género, en Chaco.
En la página 68 del mencionado informe se indicó, además, que una de cada 51.844 mujeres que viven en Chaco fue víctima de femicidio.
Aunque las estadísticas corresponden a 2022, debido a la sucesión de femicidios registrada en lo que va de este año, la cifra podría crecer.
Esta proyección estaría fundada en que ninguna otra ciudad de la Argentina registró los niveles de violencia contra las mujeres como la capital chaqueña, donde entre el 22 de abril y el 6 de junio hubo cinco femicidios. Entre enero y el 6 de marzo hubo dos femicidios en esa provincia. Durante los primeros meses de 2022, Eva Gómez, de 37 años y Dominga Soto, de 37, fueron víctimas de femicidios ocurridos en las localidades chaqueñas, de Pampa del Indio y Quitilipi, respectivamente.
El 6 de junio pasado, mientras los funcionarios judiciales a cargo del fiscal Jorge Cáceres Olivera, buscaban a Cecilia, Yasmín Silvestre, de 35 años, fue asesinada en su casa situada en el barrio Don Santiago I, de la capital provincial
El cuerpo de Yasmín fue hallado por un familiar que había concurrido a la vivienda debido a que la mujer no respondía los insistentes llamados que le hacían a su teléfono. El cadáver estaba en la cama y con un cable que le rodeaba el cuello.
La pareja de la víctima intentó hacer pasar la muerte de Yasmín como un suicidio. Pero, el fiscal, alertado por los peritos en criminalística y por los médicos que realizaron la autopsia, acusó al esposo de Yasmín por el femicidio.
Al revisar las lesiones en el cuerpo y las imágenes de la habitación en la que fue encontrada la víctima, el forense determinó que la muerte por estrangulamiento fue provocada por un tercero y que no se trató de un suicidio.
Luego de revisar el informe del forense, el fiscal dispuso la detención de la pareja de Yasmín, debido a que había sido la última persona que la vio con vida y porque había mentido en su declaración inicial.
Al ser indagado por el representante del Ministerio Público, la pareja de la víctima manifestó que era inocente y explicó que no estaba en la casa en el momento del asesinato.
Cinco días antes, María Belén Piedrabuena regresó a su casa en el barrio Villa Río Negro, de Resistencia, después de acompañar al colegio a su hijo, de 8 años.
Minutos después de llegar a la vivienda situada en Las Orquídeas y Sabin, María Belén, de 27 años, fue atacada por su expareja, que le asestó cinco puñaladas delante de otro de sus hijos, de tres años.
Ante los gritos desgarradores del niño y de la mujer, los vecinos intentaron socorrerla y llevarla al hospital. Pero María Belén falleció en el mismo lugar del ataque, debido a un shock hipovolémico provocado por la gran pérdida de sangre que le causaron las puñaladas.
Los testigos vieron a Hugo Cantero, expareja de María Belén cuando huía del lugar. Dos horas después del ataque, en la comisaría con jurisdicción en el barrio Villa Río Negro recibieron un alerta sobre un accidente en la ruta 63, cerca del ingreso en la localidad de Antequera.
El motociclista que fue atropellado por un camión fue identificado como Hugo Cantero, el agresor de María Belén. Según fuentes policiales, el camión lo arrolló cuando intentaba escapar con su moto.
Ocho días antes, Elsa Vilaqui fue asesinada en su casa, en el barrio Caraguatá. Un familiar encontró el cuerpo de la víctima en la vivienda. Le destrozaron el rostro con una perdigonada de escopeta. Su pareja dijo que Elsa se había quitado la vida. Como el acusado de asesinar a Yasmín Silvestre, este hombre también intentó hacer pasar el caso como un suicidio.
No obstante, otra vez el peso de las evidencias halladas en la escena del femicidio derrumbó la coartada del esposo de la víctima y el fiscal dispuso su detención, acusado del homicidio agravado por el vínculo en el contexto de violencia de género de Elsa Vilaqui. Era el cuarto femicidio en quince días en la capital de Chaco.
Pero, un mes antes hubo otro femicidio que conmocionó a los habitantes de Resistencia. Betiana Calvo, de 38 años, que trabajaba como enfermera en el hospital Pediátrico de la capital provincial, fue asesinada por su expareja, que la interceptó cuando salía de su casa en el barrio Centenario y le disparó cuatro balazos.
Después de asesinar a Betiana, el agresor se quitó la vida de un disparo en la cabeza.
A partir de la reconstrucción del sangriento episodio realizada con las declaraciones de los testigos, los funcionarios judiciales establecieron que el hijo de la pareja había alertado a su madre sobre la presencia del vehículo que pertenecía al agresor.
El muchacho salió de la casa y observó que el automóvil ya no estaba. Pero, el joven no advirtió que, en realidad, la expareja de Betiana, identificado por fuentes policiales como Agustín Sánchez, no había abandonado la zona, sino que dio una vuelta a la manzana.
Aliviada porque el agresor se había ido, Betiana abordó su Renault Sandero y salió de su casa. Después de recorrer unos metros, la mujer fue sorprendida por su expareja que, la interceptó con su rodado, descendió del vehículo y le disparó cuatro balazos.
Después de concretar el femicidio de Betiana, el agresor se suicidó.
La indignación de los familiares y amigos de la víctima se hizo carne, cuando se conoció que Betiana había denunciado a Sánchez, que trabajaba como mecánico en una dependencia del Ejército, por amenazas y lesiones.
Luego de su presentación ante la Justicia, se había ordenado que le entregaran un botón antipánico. Sin embargo, el elemento que sirve para alertar a la policía ante la presencia del agresor, nunca llegó a manos de la víctima y la mataron.
Aunque la secretaría de Derechos Humanos y Géneros del Poder Ejecutivo de Chaco tiene un presupuesto de más de treinta mil millones de pesos, nada hizo esa institución para proteger a Betiana, cuando solicitó ayuda. El organismo que depende de la administración encabezada por el gobernador Jorge Capitanich apenas se presentó como querellante en el expediente en el que se investiga el femicidio de Cecilia Strzyzowski y acompañó el pedido de los fiscales para que se dicte la prisión preventiva para los siete imputados, entre los que figuran el líder piquetero Emerenciano Sena; su esposa Marcela Acuña y su hijo, César Sena.

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