Comunidades enteras ya se desplazaron
por la crecida del Río Pilcomayo

Ante el reciente ingreso de un gran caudal de agua del Río Pilcomayo, cientos de personas de diferentes asentamientos, se desplazaron a zonas más altas para estar protegidas de la creciente.
El inusual comportamiento que presenta el río Pilcomayo este año durante su etapa de crecida, ha hecho que un gran caudal de agua ingresara a zonas donde antes no había ingresado. Algunas de las defensas incluso estaban al límite y muchas familias debieron desplazarse a zonas más altas por protección. “En la zona baja ya no quedó nadie”, declaró Saturnino Juarez, vecino de Laguna Yema e integrante del Grupo de Monitoreo y Alertas Tempranas del Río Pilcomayo, al Grupo de Medios TVO.
“Es de público conocimiento la situación que estamos viviendo sobre la crecida del Pilcomayo, una creciente bastante brusca a consecuencia de lo normal de todos los años, la crecida del Pilcomayo, y la grandes precipitaciones de las Altas Cuencas de Bolivia. El Pilcomayo desde el 2008 en adelante, está cambiando su situación, su existencia, su comportamiento, eso hace que las poblaciones se desplacen”, agregó.
El poblador de Laguna Yema, señaló que desde hace tiempo han experimentado estos cambios de comportamiento en el río y que este año, este comportamiento es más que inusual. “Vino mucha agua este año, el pico de crecida fue muy rápido. Suele venir mucha agua en otros años pero de forma lenta, en forma paulatina, en donde suele desplazarse con mucho más tiempo, ahora vino de forma brusca, muy rápido y eso hace que quite mucho, en la zona baja, la pastura para los animales entonces la gente se ve en una situación crítica, sacar su hacienda, sus animalitos a la parte alta”, comentó Juárez, refiriéndose a uno de los problemas que trae aparejado esta crecida.
Otras de las consecuencias, es el desplazamiento que tuvieron que realizar muchas familias, hacia zonas más altas para escapar de las aguas. En ese sentido, Juárez expresó, “desde la zona de La Rinconada hacia aguas abajo, viniendo hacia el este, no han quedado los pueblitos, los asentamientos. En la zona baja ya no quedó nadie, prácticamente nadie porque todo está bajo agua. Es mucha el agua que se está desplazando por los montes”.
“La gente ha salido a los lugares altos, la gente no ha quedado prácticamente nadie en los asentamientos viejos porque todo está inundado, es más por precaución muchas veces y por el temor de que en algún momento las precipitaciones se puedan venir; es lo que más complica. En realidad la gente que salió con sus animales y sus pertenencias a lugares altos, hoy están necesitando de la lluvia, pero nunca podemos medir la naturaleza, de qué magnitud puede ser; por ahí se teme que vengan lluvias grandes entonces la gente ya cuando ve esta situación sale a las alturas, algunos no lo quieren hacer por la falta justamente del vital líquido que es el agua, tanto para los humanos como para los animales, pero lo tiene que hacer porque es incómodo vivir o quedarse y estar dentro del agua”, añadió al respecto.
Conociendo la realidad de las defensas, el miembro del Grupo de Monitoreo y Alertas Tempranas, manifestó que “hay situaciones muy diversas que por ahí las defensas están alguna deterioradas, otras en los lugares que se cuida ahi no ha tocado el agua. Recordamos que el tema del agua es algo natural y que a veces no se puede medir, no se puede planificar cosas porque el agua es algo natural que rompe a veces donde uno menos piensa, donde menos cree”. “Por ejemplo en la zona de La Rinconada – Pozo de Maza, había una defensa que estaba bastante deteriorada y creo que a tiempo la lograron solucionar porque si se llegase a romper eso, es algo catastrófico, no hay cosa para medir porque es mucha la presión del agua”, concluyó.

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