Confirmaron que Javier Milei enviará la «ley ómnibus» tras la asunción

El senador Paoltroni confirmó que el presidente la va a anunciar el 10 de diciembre y al día siguiente la enviará al Congreso. Contempla una profunda reforma del Estado, desregulaciones, la habilitación de privatizaciones y hasta la posible eliminación de las PASO. ¿Qué harán el PRO y el PJ?
Las versiones sobre el contenido y los detalles de la “ley ómnibus” que prepara Javier Milei se multiplicaron este fin de semana. Y los rumores se estiraron tanto al punto de anticipar que van a proponer eliminar las elecciones de medio término, un régimen establecido en la Constitución Nacional. Tal y como anticipó Infobae el viernes, hasta hoy lo que se sabe y está confirmado es que el futuro presidente contará los detalles del paquete de reformas y, al día siguiente, lo enviará al Congreso para su debate en sesiones extraordinarias.
La iniciativa parlamentaria -inédita en su contenido, por su dimensión y los temas a tratar- se verá afectada por los límites políticos que emergieron a partir de la decisión del futuro presidente de recostarse en los propios para la presidencia provisional del Senado y para Diputados. Esa definición dejó heridos en el campo peronista y en el macrismo, con los cuales los libertarios habían negociado un acuerdo político que incluyera la conducción de las cámaras y el compromiso en juntar mayorías para sancionar las leyes.
El elegido por Milei para presidir la Cámara alta, el senador formoseño Francisco Paoltroni, habló hoy sobre el mega proyecto en el que el nuevo jefe de Estado va a jugarse, de entrada, mucho de su capital político. “Está confirmado. Nuestro Presidente lo va a anunciar el día 10 de diciembre y el 11 lo va a mandar a la Cámara. Es lo primero que tenemos que salir a resolver para que empiece a bajar la inflación para generar los indicadores necesarios y que el país arranque”, explicó en una entrevista radial.
De todos modos, no pudo dar precisiones sobre el contenido y los detalles de la “ley ómnibus”, debido a que son definidos por un pequeño grupo que integran, además del futuro presidente y de su hermana, Karina Milei, algunos ministros que, por separado, diseñan sus planes y propuestas y son revisados, luego, por un equipo de técnicos de ultra bajo perfil. Lo cierto es que llevan sus ideas para la “ley ómnibus”, que en los hechos funciona como un plan de gobierno, y no saben si lo que llevaron será o no tenido en cuenta.
En las tareas de elaboración y recopilación de propuestas están las principales espadas del próximo gobierno, entre ellos Nicolás Posse (Jefe de Gabinete); Sandra Pettovello (Capital Humano), Guillermo Francos (Interior) y Diana Mondino (Cancillería). Y de manera autónoma, el ex presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, que trabaja en dos aspectos claves: la reforma o achique del Estado y la eliminación de múltiples trabas y regulaciones.
En el megaplan figuran achicar la cantidad de ministerios, secretarías, direcciones y otras dependencias públicas y desvincular cargos políticos para desburocratizar el Estado -más como señal que como una medida que impacte en la macro- abrir la economía, avanzar con desregulaciones, cambios en las tarifas y en el régimen cambiario, la habilitación de privatizaciones, una incipiente modernización laboral. El fin de semana tomó volumen la alternativa de un blanqueo. Pero la “madre de todas las batallas”, en la que Milei está poniendo mucho el foco es en encontrar una solución para el enorme volumen de pasivos remunerados del Banco Central, sean Leliq, pases, u otros instrumentos financieros que tienen una dimensión descomunal.
Aunque la semana pasada había trascendido que la “ley ómnibus” de Milei tenía 500 páginas, al menos dos fuentes admitieron que tiene varias miles. Una epopeya para un Congreso que este año terminará con su nivel de actividad más bajo en décadas.
Después de lo anticipado en la madrugada del viernes por Infobae y de las últimas versiones que trascendieron en los diarios este domingo, desde el entorno de Milei salieron a aclarar que todo está bajo análisis y que recién el domingo próximo el presidente recién asumido le dirá a la población el estado del país y su propuesta de solución. El presidente se fastidia cuando se conocen públicamente decisiones que quiere mantener en secreto. Muchos de los cargos principales del gobierno están vacantes por el celo en que no se rompa la reserva.

Límites políticos

“Ley por ley”. La definición que dieron en el seno del bloque PRO sobre lo que van a hacer ahora que Milei decidió optar por un libertario y no por un acuerdo político general con la fuerza de Mauricio Macri, enrareció el clima y le agregó una incertidumbre que no estaba la semana pasada. Es que el presidente necesitará de una dinámica y un compromiso de las fuerzas parlamentarias para debatir y sancionar rápido la “ley ómnibus” que mandará el futuro presidente al Congreso.
Desde el peronismo también podrían aparecer límites que antes no estaban definidos. El kirchnerismo, si bien se pronunció a favor de que los libertarios ocupen las presidencias de las cámaras, lo hizo más en contra del PRO y del peronismo anti K que para congraciarse con La Libertad Avanza. Se espera que desde la marca que sucederá a Unión por la Patria no habrá un apoyo para debatir rápido una “ley ómnibus” tan amplia, por lo que la suerte de su aprobación estará más del lado de los gobernadores.
Los peronistas orgánicos ahora serán sólo cinco -Buenos Aires, Formosa, La Rioja, Catamarca, La Pampa- un colectivo al que se agrega Santiago del Estero y Tierra del Fuego, que no son PJ, pero que siempre actuaron políticamente en ese grupo. Están los que hoy son oficialistas, pero el lunes que viene “recuperaran independencia”, como Salta, Misiones, Neuquén y Río Negro. Y están Córdoba, y los diez distritos que gobierna Juntos por el Cambio.
La alternativa que buscará La Libertad Avanza para aprobar esa “ley ómnibus” podría ser la de negociar con los gobernadores más necesitados de recursos para garantizar su supervivencia financiera. Será la misión del ministro Francos rastrear dónde están los votos necesarios para aprobar las reformas. En Diputados necesita llegar de los 38 que tiene LLA, a 129, por lo menos. Y en el Senado, de sólo 7 propios a los 36 que necesitará para que su primer proyecto tenga luz verde.

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