Continúan sin pausa las actividades destinadas a la prevención del dengue y chikungunya en Campo

Las brigadas sanitarias del Ministerio de Desarrollo Humano, abocadas a la prevención del dengue, siguen trabajando de manera ininterrumpida para difundir, concientizar e instruir a la población formoseña, sobre las medidas que deben cumplirse diariamente para prevenir el dengue y la fiebre chikungunya, enfermedades transmitidas por el mismo mosquito, el aedesaegypti.
En ese marco, el Hospital de Estanislao del Campo, a través de los operadores sanitarios y en forma conjunta con el Municipio local, renovaron esta semana las labores preventivas, programadas en esa localidad, donde recorrieron las casas y con demostraciones prácticas, enseñaron a los vecinos cómo deben llevarse adelante los cuidados para evitar, en el ambiente, la presencia de los mosquitos.
De ese modo, el trabajo abarcó fumigaciones en los patios y alrededores de las casas, más la eliminación y el tratamiento adecuado de los recipientes donde, usualmente, se alojan los mosquitos para poner sus huevos y reproducirse.
Se puso énfasis en los reservorios de agua, como tanques, cisternas, aljibes, cántaros y cualquier otro que tenga forma ahuecada donde pueda acumularse agua limpia, quieta, como, por ejemplo, los floreros, baldes de desagotes, comederos y bebederos de mascotas.
Los brigadistas y operadores del Municipio junto a los vecinos revisaron minuciosamente las viviendas y mostraron cómo debe aplicarse el larvicida en cada recipiente, según el tamaño de su superficie, cada cuánto tiempo debe hacerse y qué cantidad de gotas debe aplicarse para lograr su máxima efectividad.
Explicaron, nuevamente, que debe utilizarse para matar las larvas que se desarrollan en los recipientes que no pueden ser tapados herméticamente, para evitar así que evolucionen al estado adulto, cuando ya tienen alas y puedan picar y transmitir la enfermedad. Los frascos goteros fueron entregados de manera gratuita.
Asimismo, en el recorrido por los domicilios entregaron repelentes e insistieron en su uso como una medida importante para evitar las picaduras, aclarando que debe ser aplicado cada dos o tres horas y tiene que colocarse sobre la piel y la ropa, especialmente en los horarios de mayor actividad de los mosquitos, al amanecer y al atardecer, y sobre todo, cuando se va a permanecer al aire libre.

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