
La situación del sector productivo en Formosa se agrava día a día. Esta semana, productores agropecuarios de la zona norte nucleados en la Federación Agraria Argentina (FAA), filial Laguna Naineck, realizaron una manifestación en la ciudad capital para denunciar el colapso de la actividad y exigir medidas urgentes al gobierno provincial y nacional.
El reclamo principal: un aporte económico no reembolsable que permita reactivar la producción bananera, que sufrió pérdidas superiores al 80% en calidad y cantidad durante este año. También señalaron la crítica situación de otros cultivos como la batata, mandioca y hortalizas.
La movilización comenzó en la plaza San Martín y culminó frente a Casa de Gobierno, donde los manifestantes entregaron un documento dirigido al gobernador Gildo Insfrán. “Estamos ante una crisis terminal, transitando el fondo más oscuro de la producción primaria en la provincia”, expresó Pánfilo Ayala, presidente de la FAA filial Laguna Naineck.
Los productores advierten que la crisis no es solo climática, sino estructural. Acusan al Estado de una falta total de políticas públicas diferenciadas para sostener la producción en el interior y denuncian que los programas actuales solo sirven para sobrevivir, sin ofrecer soluciones de fondo.
“Ya desapareció el algodón, ahora está pasando con la banana. Lo que necesitamos es una política agropecuaria distinta, que garantice sustentabilidad y desarrollo”, afirmó Ayala.
Nota a Javier Milei
Además del reclamo provincial, los representantes del sector enviaron una nota al presidente de la Nación, tras no obtener respuesta del secretario de Agricultura, Sergio Iraeta, pese a reuniones previas y solicitudes reiteradas.
“Puede parecer raro enviarle una carta al presidente, pero somos argentinos y queremos que sigan existiendo los pueblos rurales que están desapareciendo”, agregó el dirigente agrario.
Pedido de audiencia
con el gobernador Insfrán
Los productores remarcan que muchas tierras permanecen abandonadas o cubiertas de malezas por falta de recursos. “Es imposible sostenerse sin un plan real de desarrollo. El productor está quebrado. No puede ni preparar la tierra para volver a sembrar”, lamentaron.
Por eso, solicitan una audiencia con el gobernador Insfrán para presentarle un conjunto de propuestas que, aseguran, podrían cambiar el rumbo productivo si se aplican con decisión política.
En un contexto donde producir en Formosa se vuelve cada vez menos rentable y donde la asistencia estatal parece concentrada en unos pocos, el reclamo del campo formoseño resuena con fuerza: sin políticas públicas reales, el interior rural corre el riesgo de desaparecer.