“Destino Perú”, de Juan Páez: el reverso de las fotografías (Por Facundo Otero)

El pasado sábado 09 de diciembre presenté, en las instalaciones de la Sala de los Intendentes, “Destino Perú”, el último libro de Juan Páez. El evento fue organizado por la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Formosa a través de la Subsecretaría de Deporte, Cultura y Turismo, y del Museo Ferroviario.
Cuando me enteré de la salida de “Destino Perú”, este despertó mi curiosidad de gran manera. Quienes conozcan los títulos publicados por Juan Páez entenderán a la perfección esto. Su producción es extremadamente variada, con libros de entrevistas como “La hija del inventor”, de notas periodísticas como “Background”, con un ensayo, como lo es “La niña y el barco: la poética de Gigliola Zecchin”, entre muchos otros. En lo que respecta a su obra poética, cada libro también me ha demostrado ser único. Esta variedad que caracteriza a sus publicaciones se hace presente de nuevo en esta ocasión.
Publicado en septiembre de 2023 por Ediciones Arroyo (Santa Fe), “Destino Perú” está compuesto por diez poemas numerados que recuperan experiencias ligadas al viajar. Se trata de una edición de tirada limitada que cuenta con treinta ejemplares, y con una marcada consciencia ecológica, ya que presenta un trabajo artesanal, con tapas de cartón recubiertas por bolsas recuperadas y cosidas a mano. En la portada, se ubica un círculo de tela bordado con imágenes que remiten a las líneas de Nazca.
La edición destaca y llama la atención desde un primer momento. En una época como la actual, en la que las publicaciones pasan cada vez más por lo digital, esta edición decide ligarse intrínsecamente a lo físico y a lo sensorial. Antes de ver incluso la portada, nos recibe una bolsa blanca hecha de friselina, presente para contener a cada uno de los treinta ejemplares. Dicha bolsa, que cuenta con un diseño sencillo y a la vez muy cuidado, remite a un producto de diseño, lo que contrasta con la portada del libro. Esta se encuentra más ligada a lo artesanal, con costuras y bordados hechos a mano en cada uno de los ejemplares.
Al momento de tomar uno en las manos, contrastan las sensaciones: en primer lugar, la frescura homogénea y lisa del plástico que lo recubre, luego la agradable y cálida textura de la tela que forma el parche presente en cada portada. Así, el libro se constituye como un objeto pensado para ser sujetado; que escapa totalmente a lo digital y propone una experiencia sensorial ya desde su exterior. Esta primera toma de contacto sirve como un primer paso, por supuesto, para conducirnos al contenido.
Ya nos lo dice Muriel Rukeyser, poeta norteamericana que da inicio al libro con una cita: “Absorbe experiencia, exhala poesía”; “Destino Perú» ha nacido a partir de un viaje. Se ha concebido a partir de las experiencias que brindó un país a Juan, de las vivencias y los recuerdos que lo condujeron a estos poemas. Sin embargo, y si bien se nombra a Lima o a Cuzco, entre otros lugares, los versos que constituyen la publicación escapan de las grandes referencias. Se encuentras presentes, sí, pero no priman. Aunque a partir de los poemas podamos recuperar lugares, este libro no intenta ser solo un homenaje a uno en específico, ni ser un puente o una recomendación. Nos habla, en cambio, del viajar desde una manera mucho más personal, más íntima, que busca lo fundamental de la experiencia. Esto se refleja directamente en los poemas, que juegan con lo mínimo, algo que podemos observar ya con leer el primero de ellos:
I
recuerda

la laguna de Huacachina
o el corazón del desierto

una sirena peina
su cabellera

arena en un cuerpo
de arena

el reverso
de las fotografías

“Recuerda” es la primera palabra, la que da inicio. Con ella se funda este poema, y como fundación, como cimiento, sobre ella también se edifica el resto del libro. Es que el poema se construye sobre memorias. El yo lírico demanda un acto, el de recordar. Y para ello, se parte de un sitio: el corazón del desierto, la laguna de Huacachina. Pero este no es el destino; como lo vemos en la propia disposición del poema, es un lugar de tránsito, ya que partir de allí se puede llegar a lo esencial, a aquello que queda tras una experiencia, al “reverso de las fotografías”.
A lo largo de las páginas escasean los futuros, prevalecen en cambio los pretéritos que recuperan vivencias, acompañados por algunos presentes que, como en el caso de este primer poema, reviven instantes, los traen de nuevo para volver a sentirlos. Y es que “Destino Perú” no es un libro sobre un viaje, sino sobre aquello que sentimos al viajar. Ese sentimiento, que es universal y a la vez muy subjetivo, se constituye en la esencia de la publicación. Sus poemas construyen memorias con el arte de lo mínimo, sin comas, puntos o incluso mayúsculas, solo con ritmo y palabras. Son poemas que despojan al viajar de todo lo mundano, y nos permiten internarnos en lo esencial, a la vez que nos conducen a otro lugar, marcado con notas de felicidad, asombro y nostalgia. En mi punto de vista, allí radica la fuerza del libro: en leerlo dejándose conducir a lo que está detrás de las palabras, a ese nuevo destino que nace de la experiencia, pero emerge por la escritura.

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