La Delegación de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado de Quilmes detuvo a un abuelo, de 74 años, y su nieto, de 34, que tenían el beneficio del arresto domiciliario desde marzo por el riesgo de contraer coronavirus. Fueron acusados de seguir vendiendo drogas en la vivienda del partido bonaerense de Berazategui donde cumplían su arresto.
Se trata de Ernesto ,“El Viejo Coco”, y Cristian Maximiliano Toledo, “El Parri”, quienes fueron detenidos luego de que el Juzgado de Garantías Nº 4 de Berazategui librara las órdenes de allanamiento en dos domicilios de ese distrito del Conurbano bonaerense sur, en la calle 150, entre 48 y 48 A, y en la calle 150 esquina 48, ambas del barrio Bustillo.
En la primera vivienda se hallaron 120 dosis de pasta base en envoltorios de nylon de color trasparente, $ 5 mil, un teléfono celular y recortes varios, mientras que en la segunda casa había 300 dosis de pasta base en envoltorios de nylon de color negro, 150 gramos de cocaína sin fraccionar, 400 gramos de flores de marihuana, $ 15 mil, recortes varios y un teléfono celular.
Ambos se hallaban detenidos cumpliendo arresto domiciliario por una causa anterior, también relacionada a la venta de estupefacientes a finales del año 2019 por estar enfermos de tuberculosis.
Los dos habían quebrado el arresto domiciliario, se mudaron a otro domicilio y además vendían droga en el barrio Bustillo, por lo que aquel beneficio fue inmediatamente revocado.
Interviene en la causa, caratulada como “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, infracción al artículo 5º de la Ley 23.737”, la UFI Nº 20 Descentralizada de Berazategui, del Departamento Judicial Quilmes.
