Documentos de Interpol y Cancillería detonan la «caída» de alertas rojas

La defensa del exsecretario de Legal y Técnica y futuro procurador del Tesoro, Carlos Zannini, solicitó ayer al Tribunal Oral Federal N° 8 que tome declaración testimonial -vía teleconferencia- al exsecretario general de Interpol, Ronald Noble, y al consejero jurídico de la Policía internacional Joel Sollier, como paso previo a sustanciar el juicio oral por la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán.

La medida había sido solicitada, en su momento, por el fallecido excanciller Héctor Timerman, pero había sido ignorada por el juez Claudio Bonadio, previo a la elevación de la denuncia del fiscal Alberto Nisman a juicio oral. Adujo que, eventualmente, sería en el debate la oportunidad de citar a testimoniar a Noble, quien públicamente había defendido que Argentina nunca intentó el cese de las alertas rojas respecto de los acusados iraníes por el atentado a la AMIA. Incluso, se puso a disposición respecto de prestar declaración desde su actual domicilio en los Emiratos Árabes. El escrito presentado por Zannini hace referencia a dos notas intercambiadas semanas después de la firma del Pacto con Irán en las que “inequívocamente” refieren al carácter permanente de las circulares rojas y que se mantendrán invariables más allá de la suscripción del acuerdo diplomático.

Ambas notas, fechadas el 15 de febrero de 2013 y el 15 de marzo de ese mismo año habían sido reveladas por el canal C5N y se adjuntan como facsímiles. Forman parte del expediente sobre el que decidió la inexistencia de delito, en 2015 el juez federal Daniel Rafecas y habían sido aportadas por la Procuración del Tesoro después de la imputación formulada por Nisman contra Cristina de Kirchner y Timerman por su responsabilidad penal en la firma del acuerdo. La primera nota fue cursada por el excanciller y está dirigida a Noble, veinte días después de que se hiciera pública la firma del Memorándum y sin que hubiese, todavía, ingresado al Congreso para su ratificación, cuya sanción ocurrió el 27 de febrero de 2013. En esa nota membretada por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Timerman anoticia de la firma del acuerdo y aclara que “aún no se encuentra vigente”. Pero en el segundo párrafo, aclara: “De acuerdo con las normas aplicables, cualquier cambio en los requerimientos de captura internacional oportunamente formuladas a Interpol desde la Argentina en relación con los graves crímenes investigados en la causa AMIA, sólo podrá ser realizado por el juez argentino con competencia en dicha causa, Dr. Rodolfo Canicoba Corral”. Es decir que, casi dos años antes de que Nisman planteara como eje de su hipótesis delictiva que el Memorándum iba a propiciar la impunidad de los acusados vía la caída de las alertas rojas, se había notificado a Interpol que sólo Canicoba Corral podría inducir a su baja mediante pedido expreso.

Pero la comunicación formal de Cancillería -con la firma de Timerman- agregó que “la firma del Memorándum de Entendimiento, su eventual aprobación por parte de los órganos relevantes de ambos Estados y su futura entrada en vigor no producen cambio alguno en el procedimiento penal aplicable, ni en el status de los requerimientos de captura internacional arriba referidos”.

Un mes después, fechada el 15 de marzo de 2013 en Lyon, Francia, y con el encabezado de Interpol, el consejero jurídico Joel Sollier dirigió una respuesta a Timerman con el asunto referido a las “notificaciones rojas” y bajo la referencia LA/35678-47/3.1/EGI/tsa. “La Oficina de Asuntos Jurídicos de la Secretaría General de Interpol manifiesta que dicho acuerdo no implica ningún tipo de cambio en el estatus de las notificaciones rojas publicadas en relación con los crímenes investigados en la causa AMIA”, señala en su segundo párrafo. Y agrega: “La Oficina de Asuntos Jurídicos considera que el referido acuerdo es un desarrollo positivo en el esclarecimiento de la causa”.

La novedad es que Zannini ahora solicita que quienes tuvieron responsabilidad como destinatarios y emisarios de esos documentos oficiales presten testimonio en la causa como medidas de instrucción suplementarias, algo que los Tribunales Orales pueden considerar en caso de que evalúen que podría servir como prueba para el juicio. No hay fecha para el debate en torno de los presuntos delitos penales relativos a la firma del Memorándum. Los testimonios de Noble y Sollier -de ratificar sus manifestaciones públicas y las notas que cursaron en 2013- sepultaría el principal argumento de la acusación que por distintos motivos llegaba a la conclusión de ratificar lo planteado por Nisman respecto de la chance de que el Memorandum sirviese para hacer caer las alertas y así permitir que los funcionarios iraníes acusados por la Justicia argentina como los autores intelectuales de la voladura pudieran desprenderse de las circulares rojas que pesan sobre ellos. Zannini no sólo recordó que fue detenido de manera preventiva por Bonadio en esta causa, sino que adjuntó un pliego de preguntas para que ambos exfuncionarios de Interpol respondan acerca de su actuación como máximas autoridades del organismo responsable de las circulares rojas.

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