Buena parte de los diputados y diputadas del Frente de Todos y de la oposición están de vacaciones. Algunos en sus provincias y otros en la costa atlántica. Sin embargo, los grupos de Whatsapp que estaban inactivos desde los saludos por las fiestas empezaron a reavivarse.
El anuncio del pedido de juicio político a los miembros de la Corte Suprema de Justicia de parte del Ejecutivo Nacional movilizó a los bloques, en especial a aquellos legisladores que conforman la comisión de Juicio Político. Todos empiezan a delinear sus estrategias.
El Frente de Todos tiene 16 diputados en la Comisión, lo que le asegura la mayoría simple. Entre esos legisladores hay varios de peso dentro del bloque, como Germán Martínez -el jefe de la bancada-, Leopodo Moreau, Hugo Yasky, Vanesa Siley, Rodolfo Tahilade, el camporista Marcos Cleri, y por supuesto, la presidenta de la comisión, Carolina Gaillard.
“Estamos esperando el documento formalizado. La intención es hacer un buen trabajo por lo que vamos a hacer todo lo que permita el artículo 90 del reglamento, por lo que vamos a ser celosos de su aplicación”, señaló una alta fuente del bloque.
El primer pedido de la Casa Rosada llegó antes que el documento. Desde el Ejecutivo ya le hicieron saber a los legisladores que buscan que el proceso sea “sumarísimo” y que no se extienda “por más de cuatro meses”.
En el reglamento se establece que el proceso tiene un plazo en comisión de 60 días y que, una vez que la misma habilita la denuncia, se inicia un sumario que incluye la posibilidad de la citación de testigos, la solicitud de información a jueces federales, el pedido a un juez para que ordene interceptar conversaciones telefónicas y la declaración de los imputados y diferentes testigos. Una vez que se obtenga el dictamen, los diputados buscarán llevarlo rápidamente al recinto para cumplir con el pedido de Balcarce 50.
En el FdT entienden que la Comisión es el escenario no solo para desarrollar los argumentos que impulsan el juicio sino que el accionar en la misma -y su el resultado- puede servir para sumar voluntades en el recinto. “Si nosotros hacemos una buena tarea en la comisión, si logramos que se entienda el objetivo y hacia dónde se focalizan nuestras críticas, marcamos el piso y vamos a ir ganando consenso con el trabajo en la comisión”, detallaron.
