La campaña antirrábica “Todos para uno, una salud para todos”, promovida por la Secretaría de Acción Social de la comuna capitalina, a través de su Dirección de Zoonosis y Protección Animal, tuvo su cierre en el barrio Vial, con la aplicación de más de 450 vacunas antirrábicas, conmemorando así el Día Mundial contra la Rabia.
La actividad se desarrolló en la intersección de la calle Carlos Ayala y Vías Férreas, donde un gran número de personas concurrió con sus animales para aplicarles esta inyección obligatoria que conlleva muchos beneficios, como evitar transmisiones, la muerte del animal y de personas afectadas, razón por la cual se aplica una vez al año de manera totalmente gratuita.
Cabe destacar que esta campaña tuvo su puntapié inicial a principios de septiembre, en la plaza del barrio Virgen del Rosario, y se replicó semanas posteriores en los barrios Bernardino Rivadavia y La Floresta. “Solamente en estos cuatro barrios, se aplicaron más de 1500 vacunas antirrábicas, con récord de asistencia en barrio Vial en la última semana de campaña. Es importante resaltar también que en estos lugares se realizó un trabajo integral, que incluyó acciones de cuneteo, desmalezado, recolección de residuos, arreglo del alumbrado, entre otros servicios esenciales”, precisó al respecto la directora de Zoonosis y Protección Animal, Beatriz “Kita” Segovia.
La funcionaria aclaró que, más allá de la campaña llevada adelante durante todo el mes de septiembre, se aplicaron vacunas antirrábicas, tanto en el Centro Municipal de Atención Animal “San Roque” y en la Jurisdicción Cinco -donde se realizan castraciones gratuitas en el marco del Programa Municipal de Equilibrio Poblacional de perros y gatos (PROMEPO)-. “Estas inyecciones se aplican de manera diaria, de forma gratuita, en el CeMAA -a la mañana y a la tarde-, y en el barrio República Argentina -durante la mañana-, de lunes a viernes”, explicó.
Es importante resaltar que la Organización Mundial de la Salud recomienda mantener la cobertura de vacunas en el 80% de la población canina para reducir la circulación del virus en el animal huésped y, de esta manera, prevenir los casos de rabia en las personas.
