El kirchnerismo fracasó en el Senado en su intento de renovar el acuerdo de la jueza de la Cámara de Casación, Ana María Figueroa, que el próximo 9 de agosto cumplirá 75 años, edad tope para que siga ejerciendo su cargo.
Ese tribunal debe pronunciarse sobre la causa Hotesur, un proceso por lavado de dinero que compromete a la vicepresidenta Cristina Kirchner y a sus hijos Máximo y Florencia. Según trascendidos judiciales, el de Figueroa sería un voto favorable a la confirmación del sobreseimiento de los tres imputados con lo que la causa se cerraría.El oficialismo no pudo reunir quórum por la ausencia de Juntos por el Cambio y de cuatro de los cinco miembros de Unidad Federal, bloque peronista disidente que es clave para que Cristina Kirchner consiga la aprobación de los pliegos y proyectos que promueve. La mecánica que la vice usa habitualmente es la convocatoria a sesiones especiales con temarios no acordados con la oposición en el ámbito de la comisión de labor parlamentaria.
Los peronistas disidentes que frustraron el intento del Frente de Todos fueron Edgardo Kueider, Guillermo Snopek, Carlos Spinola y Alejandra Vigo. El único miembro de Unidad Federal que prestó quórum fue María Catalfamo, vinculada políticamente a Alberto Rodríguez Saá.
La vicepresidenta necesitaba 37 senadores sentados en sus bancas para iniciar el debate, pero sólo consiguió 34, lo que representó una fuerte derrota a la que respondió con una fdura reacción política. Una vez caída la sesión el kirchnerismo fustigó a la oposición por más de una hora recurriendo a expresiones en minoría.
El presidente del interbloque del FdT, José Mayans, llamó a tener “responsabilidad institucional” a los opositores y atribuyó su ausencia al temor de eventuales críticas de la prensa por colaborar con el gobierno.
