Javier Milei y Villarruel se mostraron juntos en el acto por el atentado a la Embajada de Israel

Como cada año desde hace 32 años, la comunidad judía de Argentina realizó el acto para conmemorar el atentado que sufrió la Embajada de Israel en Buenos Aires el 17 de marzo de 1992.
Fue el primero de dos ataques que padeció el judaísmo en el país, con un saldo de 29 personas muertas, 22 de las cuales fueron identificadas, y 200 heridos. Lo distintivo de la conmemoración que se llevó adelante esta tarde fue la presencia de Javier Milei y Victoria Villarruel, escoltados de buena parte del Gabinete.
Al lado de Milei estuvo Eyal Sela, embajador de Israel en la República Argentina. En tanto que también sobresalió la presencia diplomática de Marc Stanley, embajador de Estados Unidos en Buenos Aires. La última ocasión en la que un primer mandatario había asistido fue en 2001, con la presencia de Fernando De La Rúa.
El acto estuvo citado a las 14:30 y comenzó, con especial puntualidad. Hubo campanadas de la Iglesia del lugar seguido de un minuto de silencio. A las 14:45 sonó la sirena para recordar el momento exacto en que se perpetró el ataque terrorista en el verano de 1992. La conmemoración se desarrolló en la plaza ubicada en la esquina de Arroyo y Suipacha, epicentro del atentado.
A las 14:10, una larga hilera de vehículos negros, con patente oficial, arribaron al lugar. Era Milei. El Presidente bajó de su auto escoltado por Karina Milei, su hermana y la secretaria general de la Presidencia. Un grupo con decenas de personas de la seguridad presidencial rodearon en todo momento al jefe de Estado. Idéntico operativo se desplegó en los alrededores al acto, a cargo de la Policía de la Ciudad.
Milei fue acompañado por casi todos sus ministros. Pero la presencia más sobresaliente fue la de Victoria Villarruel. La Vicepresidenta llegó unos minutos después que el líder libertario y se ubicó contigua al Jefe de Estado. Desenvuelta, saludó al Presidente, a la secretaria general de la Presidencia, a Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño, que estaba a su lado, y a Guillermo Francos, ministro del Interior.
Milei y Villarruel no atraviesan el mejor momento de su relación política. El clima entre ambos se tensó la semana pasada, cuando la vicepresidenta no pudo (o no quiso -según deslizan algunos funcionarios del círculo presidencial-) evitar que se tratara en el Senado el DNU 70/2023, que rige buena parte del programa libertario. La titular de la Cámara Alta asegura, en tanto, que debió cumplir con el reglamento del cuerpo, que establece que ante el pedido de una sesión especial por parte de cinco senadores se debe convocar al pleno. El decreto fue debatido y obtuvo el rechazo de 45 senadores, contra 21 a favor. Un revés para el Gobierno, que espera ahora el apoyo de la Cámara de Diputados para salvar la normativa.
El fin de semana, el propio Presidente se ocupó de desmentir en un reportaje en LN+ que estuviera peleado con Villarruel, aunque admitió que tienen “diferencias” y no piensan igual en varios temas. Al mismo tiempo, valoró el video con el que la vicepresidenta defendió la institucionalidad y la “autonomía” del Senado y aseguró su apoyo “inclaudicable” a Milei: “Yo no voy a ser como Cristina Kirchner”. El acto de esta tarde en el Embajada de Israel ofreció, en ese sentido, la escenografía para sellar una foto juntos que despeje por el momento la tensión.
Además, el acto sirvió para continuar afianzando el vínculo geopolítico de Milei con Israel y la comunidad judía. Una señal de esa consustanciación fue la presencia de buena parte de los principales asesores del Poder Ejecutivo. En las primeras filas estuvieron Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano, Mariano Cúneo Libarona, ministro de Justicia, Luis Petri, ministro de Defensa, Manuel Adorni, vocero presidencial, Oscar Zago, jefe del bloque de La Libertad Avanza en la Cámara de Diputados, y el rabino Shimon Axel Wahnish, embajador de Argentina en Israel. Además, participaron legisladores libertarios como Bertie Benegas Lynch y Marcela Pagano.
En tanto que Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación, y Nicolás Posse, jefe de Gabinete, no pudieron asistir por estar abocados a compromisos de gestión.
Si bien en la gacetilla de convocatoria al acto estaba contemplado que Milei pronunciara unas palabras, finalmente se retiró sin hablar ni dar declaraciones a la prensa. “Nunca estuvo previsto que hable”, le aseguró a Infobae un alto funcionario del entorno presidencial. No obstante, estuvo de principio a fin y observó con atención cada movimiento de la ceremonia. Fue aludido en varias oportunidades por los oradores y se mantuvo serio, con un semblante protocolar. Al igual que el Jefe de Estado, dado el tenor del acto, toda la comitiva presidencial vestía indumentaria formal color negra.
Uno de los momentos de mayor resonancia del acto fue con el discurso de Alberto Kupersmib, que habló en representación de los familiares de las víctimas y los sobrevivientes del atentado. “Presidente, si me permite, usted ha dicho que vino a despertar leones, ¿cree que también podrá despertar a la Justicia para que actúe en consecuencia?”, interpeló Kupersmid ante la inmutable mirada mirada de Milei. “Con el terrorismo no se negocia, se lo enfrenta y se lo combate”, agregó el orador.
Quien también profirió unas palabras fue Eyal Sela. “Todo diplomático israelí siente que estas paredes llenas de cicatrices podrían haber sido sus oficinas”, expresó el embajador de Israel en un claro español. Además, señaló que “hace 32 años que Hezbollah acabó con este edificio y sembró el terror” en el mundo. “El terrorismo debe ser llamado por su nombre y condenado por la comunidad internacional”, continuó Sela”.

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