«Las regulaciones son necesarias» (Por J.R. Lezcano)

Día y noche las y los empleados (economistas y demás) de los fondos buitres, grupos concentrados de la economía nacional y principalmente del extranjero (exceptuar a las y los poseedores de conciencia social nacional y popular), nos explican por radio, televisión y redes sociales, con la intención de lograr convencer al trabajador y trabajadora de nuestra supuesta «responsabilidad» en el rol de consumidor, de como estamos destruyendo la economía nacional mientras accedemos a los alimentos, celulares, autos, motos, aire acondicionado, otros artículos y bienes de primera necesidad y también por algunas escapaditas, decisión mucho más pecaminosa para aquéllos; las que algunas familias se podían dar hacia alguna provincia hermana o país hermano para deshacerse del cansancio y estrés acumulado por el año entregado a la patria desde su puesto laboral para contribuir al crecimiento y desarrollo.

Todo eso no existe era una fantasía, ahora las y los empleados medios, con su sueldo medio no pueden ni deben tener acceso a bienes y servicios que los hacen felices porque éso destruye la economía. Nos dicen una y otra vez hasta lograr convencer engañosamente a una mayoría electoral que los acompañó con su voto.

El recalentamiento de la economía genera inflación por que existe exceso de circulante, hay más dinero en circulación que reservas en el banco central, la emisión genera inflación, con las regulaciones implementadas la inflación está pisada, retenida, atrasada, hay que darle a las y los argentinos, libertad; con ése discurso berreta llegan al sillón de Rivadavia o con la que más les gustó en el dos mil quince «pobreza cero, unir a los argentinos y terminar con el narcotrafico»

No existe país en el mundo donde el gobierno se desentienda de las regulaciones económicas y demás reglas, normas y leyes de convivencia social, de lo contrario, aquellos países desarrollados que el poder real cita constantemente en su discurso serian la argentina. Aquí el poder económico hace lo que quiere, no respeta a la autoridad política democráticamente elegido por el pueblo, las normas, las leyes son ignoradas por éstos, desde los medios de comunicación la mayoría de su propiedad, engañan al pueblo para que las y los integrantes de éste, piensen y se expresen en favor de los interés de los monopolios, oligopolios, fondos buitres, en síntesis las y los patrones.

Las regulaciones no son negativas para el país ni el bolsillo de la y el trabajador, al contrario, son necesarias por qué proteje todo el sistema, valora las gotas de sudor invertidas en lograr el sacrificado salario, el que debe ser útil para educar, curar, transportar, vestir, alimentar a su familia y también a los sectores más pequeños que participan del mercado.
El consumo pone en marcha la industria nacional, con la y el trabajador con plata en su bolsillo se favorece a la mayor producción de alimentos, electrodomésticos, automóviles, motocicletas, y demás, el consumo de la ciudadanía contribuye a la creación de empleo, el país se desarrolla, con el modelo neoliberal de Javier Milei sólo se benefician las y los del mundo financiero y un sector reducido de megas empresas en detrimento de las pequeñas y medianas, usan el país sólo para hacer sus negocios prescindiendo de la vida e historia personal de millones de argentinas y argentinos que van a ver en un corto tiempo quedarse sin empleo, vender lo poco o mucho que han logrado con su sacrificio, en las grandes ciudades miles de familias vivirán en la calle por no tener el dinero para renovar el contrato de alquiler porque ahora el dueño va a cobrar lo que se le antoja.

Con el verso de la argentina devastada, decadente, inviable y chaque «el cuco» de la híper inflación, llevan de las narices a millones (catorce) de argentinas y argentinos que engañados confíaron su voto a un personaje como Javier Milei que a días de llegar a la presidencia con un DNU, de espalda al Congreso Nacional pretende destruir toda una historia de lucha materializada en leyes y normas que resguardan los intereses nacionales y derechos laborales de nuestro país.

Nadie le dió a Javier Milei, ni a nadie la autorización para vender o regalar nuestro país a los qué financiaron su llegada a la presidencia; tampoco a los países que con vericuetos jurídicos viven hace siglos saqueando las riquezas de nuestro país como por ejemplo el caso del fondo Burford Capital (compra expediente-litiga nuevamente en contra de nuestro país en los tribunales de EEUU) quien pretende que le paguemos dieciséis mil millones de dólares, Javier Milei se los va a pagar, porque ése es el mecanismo de éstos saqueadores.

J.R Lezcano
Nuevo Encuentro

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