Pymes de El Colorado piden ayuda para paliar la crisis que causa la pandemia en el sector

Los socios de la Cámara Regional Económica EL Colorado reflexionaron sobre el impacto del prolongado aislamiento social, que ya lleva más de 40 días en nuestro país y sus múltiples efectos colaterales y secuelas dramáticas en el plano económico y también en lo psicológico y social. «Desde nuestra entidad nos hacemos eco, y replicamos este comunicado que lanzó CAME, el mismo refleja la urgente necesidad de seguir contando con el acompañamiento de medidas que ayuden a paliar la crisis desmedida que esta pandemia causa sobre el sector Pyme», indicaron .
«Si bien el gobierno Nacional adoptó algunas medidas económicas para morigerar la crisis, consideramos que son difíciles de acceder e insuficientes, pero la agonía continuará. Ahora, con la prórroga de la cuarentena, las pymes necesitan más que antes apoyo y medidas diferenciales, atentos al impacto del entramado social que implica el sostén de las micro, pequeñas y medianas empresas, fuentes de empleo y sostén económico de numerosas familias coloradenses».
Seguidamente sostuvieron que «el aislamiento social, preventivo y obligatorio producirá cambios todavía impensados, y sin poder dimensionar en todos los órdenes de la estructura social, política, gremial empresaria, sindical y de la sociedad toda, mientras se prorroga también la incertidumbre y no se sabe cuándo se regresará al normal funcionamiento de las actividades, la cadena de pagos se rompió, el dólar blue se disparó, de $84.75 hasta tocar los $120, y con esto un desmedido aumento de insumos y falta de precios de referencia».
«El peso de la masa salarial en una pyme representa en promedio el 37,7% de su estructura de costos, con mucho mayor impacto que en las grandes empresas. Es por eso que desde CAME se reclama el 100% de subsidio de los salarios para empresas de hasta 40 empleados», añadieron.
A su vez indicaron que «para las MyPYMES el pago del costo del alquiler de un local, sin poder abrir las persianas, lo lleva directo a la quiebra. Desde que comenzó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, a las cero horas del pasado viernes 20 de marzo, dejó en jaque a un sinfín de rubros y actividades que incluso al día de hoy siguen en la misma situación, sin poder retomar sus actividades comerciales».
«Sólo en marzo, por el inicio de la cuarentena, las ventas en supermercados subieron 23%, mientras que los comercios pymes las pérdidas ascienden los $120.000 millones, con rubros terriblemente afectados, como kioscos y librerías, ligados a la actividad educativa, tiendas de cotillón y regalos, indumentaria, calzado, bares, restaurantes, clubes, decoración, joyería, jugueterías, electrónica, mueblerías, peluquerías, los relacionados con eventos, y turismo (que al menos necesitarán más de un año para que comiencen a reactivarse. Las economías regionales dejaron de recaudar sólo por la cuarentena en Semana Santa unos $14.800 millones (entre turistas y excursionistas). En tanto que los trabajadores cuentapropistas monotributistas y autónomos merecen un capítulo aparte, con una gran necesidad de apoyo para sobrevivir mes a mes», sostuvieron.
Al mismo tiempo, sostuvieron que «hoy la mayoría no tiene ahorros, ni liquidez ni ingresos para pagar sus obligaciones cotidianas. La cantidad de cheques rechazados sigue siendo el termómetro que indica que la cadena de pago está rota. Luego de la apertura del clearing se triplicaron la cantidad de cheques sin fondos, lo que generó un descontrol de alrededor de $80.000 millones. Es que según estimaciones, el stock de cheques diferidos negociados por las PyMES en poder de los bancos asciende a los $220.000 millones, de los cuales entre el 35 y 40% vencen en abril. A lo dicho, se suman los valores en cartera que no fueron depositados y las facturas emitidas que deberían haber sido cobradas en este período».
En tanto, los exportadores, encuentran barreras sanitarias y no saben qué nuevos protocolos requerirán en el futuro ni cuándo se abrirán las fronteras.
En síntesis, todos los sectores están en jaque, mientras que el sistema financiero especula con los tiempos, la desesperación y la negativa -con insólitos requisitos- para entregar asistencia financiera.
No sabemos cuánto tiempo más nos llevara atravesar esta crisis, no sabemos el rumbo hacia la salida y cómo se podrá reaccionar para recomponer la actividad comercial, económica y financiera cuando esto pase y cómo podremos ayudar a los que desgraciadamente obligados colapsemos en el camino, nadie está exento.
Las empresas necesitamos un mínimo de estabilidad. Determinaciones concretas, aplicables en la práctica, que perduren por un lapso de tiempo establecido, adaptables a las particularidades de cada sector, consensuadas y que apoyen la ardua labor del sector privado, que día a día aporta con sus impuestos para el sostén del estado, permitiendo su desarrollo y crecimiento para beneficio de toda la sociedad.
Por lo expuesto, la prórroga de la cuarentena, y siendo Formosa y la ciudad de El colorado zonas sin circulación viral y con baja densidad poblacional, debería estar acompañada de inmediatas, nuevas y amplias medidas de sostenimiento de las pequeñas y medianas empresas, movilizadoras del 70% del empleo privado del país», cerraron.

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