Robo al juez Mauriño desnuda grave situación edilicia y de «guarda» en la Justicia de Formosa

En las últimas horas se supo que personas desconocidas accedieron al despacho del Dr. Julio Mauriño, quien está a cargo del Juzgado de Instrucción y Correccional Nº 1 de Clorinda, y se robaron cinco armas de fuego que fueron secuestradas a efectivos policiales en una causa por el enfrentamiento entre contrabandistas de combustibles.
Según informó el portal “Clorinda Noticias” el caso fue denunciado por el propio Mauriño y la investigación la lleva adelante el Juzgado de instrucción y Correccional 2 a cargo de la Dra. Mariela Portales.

“Satisfacción de algunos”

Lo ocurrido es realmente preocupante y no un hecho para “celebrar”, pero según pudo saber el Grupo de Medios TVO existen “oscuros personajes” a quienes esta noticia les alegró el día, lo cual era de esperarse puesto que pesa sobre ellos vidas humanas perdidas en la última gran inundación de la ciudad de Clorinda.
También llama poderosamente la atención la rápida divulgación de lo sucedido y lo denunciado por el Juez.

Funcionamiento
de los Juzgados

No se puede dejar de lado el hecho de que las armas secuestradas estaban en el despacho del Magistrado; entonces las preguntas obligadas son ¿por qué? ¿acaso no existen lugares para resguardar las pruebas? En respuesta, este medio investigó y pudo saber que el estado edilicio de los juzgados del interior provincial no es el óptimo para alojar documentaciones, expedientes y otro tipo de pruebas de gran importancia; o bien no existirían lugares seguros para el resguardo, lo que lleva a que personas ajenas a la Justicia o la causa accedan a las mismas.
En el caso particular de Clorinda, las armas estaban “resguardadas” en el despacho de un Juez, lo cual no debería ser así, pero sucede al no contar con los lugares adecuados y con la seguridad que amerita. En este caso quedó a la vista que la oficina que hace uso el Magistrado no tenía la seguridad adecuada.
Aunque resulta gravísimo lo sucedido, más grave aún es que estas “pruebas” estén repartidas en cualquier lugar. Es inconcebible que los secuestros que se realizan no tengan un lugar de «guarda» de parte de la Justicia, acorde a las necesidades de la comunidad.

Deuda

Otra cuestión que se conoció durante la investigación, y si bien no tiene que ver con el hecho puntual del robo de armas, evidencia el funcionamiento de la Justicia en Clorinda y otras localidades del interior, donde se expuso a una víctima a otra situación traumatizante.
Una fuente comentó que días atrás, una niña debía declarar en Cámara Gesell, pero lamentablemente no fue cuidada ni resguardada, ya que fue traslada a sede judicial desde su domicilio por personal policial uniformado y en la camioneta de la Policía; a esto se suma que mientras aguardaba declarar tuvo que esperar por un tiempo prolongado en una sala donde había otras personas privadas de su libertad quienes se hallaban con esposas y con presencia de más policías. Si de por si revivir lo sucedido en Cámara Gesell es complejo, a esto se le sumó el contexto, puesto que el hecho de estar en un ambiente como el antes descripto no puede ser nada positivo.
Lo relatado hace referencia a un hecho puntual, pero es más “usual” de lo que se piensa y cualquier formoseño puede dar cuenta de ello.

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