La víctima, Matías Molina, tenía 24 años y prestaba servicio en el Comando de Patrullas local
El oficial de la policía bonaerense Matías Molina y su compañera Milagros Loyola recorrían la zona de Beccar, en un móvil del Comando de Patrullas de San Isidro, cuando fueron alertados de un enfrentamiento armado en la villa La Cava, cerca de un jardín de infantes. Los uniformados acudieron rápido a la zona del tiroteo para poner freno a la situación. Eran las 17. Pocos minutos después, cuando forcejeaba con un sospechoso, Molina, de 24 años, fue baleado a la altura de la ingle. Llegó sin vida al Hospital Municipal Central de San Isidro doctor Melchor Ángel Posse, donde fue trasladado por un patrullero.
Así lo informaron a LA NACION fuentes policiales y judiciales. Tras un rastrillaje en la zona del tiroteo, la policía bonaerense detuvo a un sospechoso, un joven con antecedentes penales por robo y violación a la ley de estupefacientes.
“El sospechoso detenido, a simple vista, tenía una herida de arma de fuego en la zona de los glúteos”, informaron fuentes policiales. En principio, el joven detenido será indagado por la fiscal de San Isidro Cecilia Chaieb, a cargo de la investigación.
Ayer se realizó la autopsia sobre el cuerpo de la víctima. La necropsia será clave para determinar si Molina recibió uno o dos disparos.
“El sospechoso fue detenido por personal del Comando de Patrullas de San Isidro y de detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local”, informaron fuentes policiales.
Si bien, a partir del testimonio de los compañeros de Molina la fiscal Chaieb intenta reconstruir cómo fueron los momentos previos al ataque al oficial de la policía bonaerense, fuentes policiales explicaron que la víctima y Loyola fueron derivados a Udondo y Hudson, en el barrio San Cayetano, también conocido como villa La Cava, tras recibir una llamada al 911 donde se denunció un enfrentamiento a tiros entre un grupo de varias personas en cercanías de un jardín de infantes.
“Una vez en el lugar, Molina y Loyola recorren la zona hasta que se cruzaron con varios sospechosos, quienes al ver al personal policial escaparon en distintas direcciones. Molina descendió del móvil policial y comenzó a forcejear con un joven que le efectuó varios disparos”, explicaron a LA NACION fuentes policiales.
Tras dispararle a Molina, el delincuente escapó, pero en su huida perdió su documento de identidad. Se trata de un joven de 25 años con antecedentes penales por robo y violación a la ley de estupefacientes.
“La foto del DNI hallado en las cercanías del ataque al oficial tenía coincidencias con el rostro del asesino. El sindicado autor de los balazos que terminaron con la vida del policía Molina es un personaje bastante conocido de la zona”, sostuvieron las fuentes consultadas.
Los testigos del ataque afirmaron que el delincuente que le disparó a Molina escapó herido. En la escena del crimen se secuestró el arma reglamentaria de la víctima, una pistola Bersa nueve milímetros con cuatro cartuchos en el cargador y una en la recámara.
“También fueron secuestradas seis vainas servidas calibre nueve milímetros. El sospechoso fue atrapado y la fiscal dispuso su detención”, afirmaron las fuentes policiales consultadas.
Los investigadores ahora intentan reconstruir qué pasó en la zona antes de que llegaron Molina y su compañera.
“Todavía no se pudo determinar qué pasó en el enfrentamiento a tiros que dio origen a la llamada al número de emergencias 911. No sabemos si se trató de un enfrentamiento entre bandas u otro motivo”, afirmó a LA NACION una fuente de la investigación.
