La cantante y el deportista, que anunciaron su ruptura hace seis meses, no se cruzaron ante las cámaras y solo se vieron dentro del juzgado
La Ciudad de la Justicia, el complejo que alberga los juzgados de Barcelona, tiene dos puertas de acceso. Cuando un personaje público acude a declarar o para ser juzgado, la prensa debe situarse en una u otra entrada, lo que da al famoso, al menos, una posibilidad de esquivar los flashes. Pero cuando la ocasión lo requiere, la prensa redobla esfuerzos: un periodista, un fotógrafo y una cámara a cada lado. Es lo que ocurrió este jueves con Gerard Piqué y Shakira, que acudieron a su cita para ratificar el acuerdo de separación ante el juzgado civil.
Shakira apareció vestida de negro y con anteojos de sol por la avenida del Carrilet, en el lado de L’Hospitalet. Piqué, con gorra y semblante igualmente serio, por la entrada más majestuosa, la de la Gran Vía, en el lado de Barcelona. No se cruzaron ante las cámaras y solo se vieron en la intimidad del juzgado de primera instancia y familia número 18 de Barcelona, donde firmaron las cláusulas ya pactadas de la separación.
Hace casi un mes, la artista colombiana y el exfutbolista del Barça anunciaron que habían llegado a un acuerdo sobre su separación. El pacto incluye que Shakira se irá a vivir a Miami (Florida, EE UU) con los dos hijos de la pareja, Sasha, de once años, y Milan, de nueve. Piqué podrá acudir a verlos tantas veces como quiera y los gastos de esos desplazamientos correrán a cargo de los dos, según los términos del acuerdo que trascendieron. “Hemos firmado un acuerdo que garantiza el bienestar de nuestros hijos y que se ratificará en el juzgado, como parte de un trámite meramente formal”, afirmaron ambos en un escueto comunicado y sumaron: “Nuestro único objetivo es aportarles la mayor seguridad y protección, y confiamos en que se respete su intimidad. Agradecemos el interés mostrado y esperamos que los niños puedan continuar con sus vidas con la privacidad necesaria, en un entorno seguro y tranquilo”.
Este trámite se materializó hoy y tenía que formalizarse personalmente. La llegada de Shakira y Piqué despertó una enorme expectativa también entre los funcionarios y operadores jurídicos. Media hora después de haber entrado en la Ciudad de la Justicia, la abandonaron, cada uno por su lado y sin atender a la prensa que mantenía bajo control las dos salidas.
Shakira, de 45 años, y Piqué, de 35, anunciaron su separación a principios de junio de 2022, tras más de una década de relación. “Lamentamos confirmar que nos estamos separando. Por el bienestar de nuestros niños, que son nuestra máxima prioridad, pedimos respeto a la privacidad. Gracias por su comprensión”, rezaba su escueto comunicado, de apenas 26 palabras, entonces. Se conocieron poco antes del Mundial de fútbol de Sudáfrica, celebrado en 2010, donde ella actuó y él se proclamó ganador con la selección española. Dos años después de empezar su relación, en septiembre de 2012, la pareja anunciaba su primer embarazo. Su primer hijo, un niño llamado Milan, nació en enero de 2013. Apenas dos años después llegaba Sasha, su segundo hijo.
Tras su ruptura, los protagonistas apenas han querido hacer declaraciones sobre este asunto. Ella solo dio una entrevista a la revista Elle el pasado septiembre, en la que contó que tuvieron que replantearse sus carreras laborales en pos de su relación y de su familia. “O dejaba su contrato con el Barcelona y se mudaba a los Estados Unidos conmigo, donde está mi carrera, o yo tendría que hacer eso en su lugar. Y así, uno de los dos tuvo que hacer ese esfuerzo y ese sacrificio. Y lo hice. Puse mi carrera en segundo plano y me vine a España a apoyarlo para que pudiera jugar al fútbol y ganar títulos. Y fue un acto de amor”, contó. Pero también sus entornos han dejado claro que ambos se tratan con el máximo de los respetos. “Independientemente de cómo terminaron las cosas o cómo nos sentimos Gerard y yo como expareja, él es el padre de mis hijos”, afirmaba Shakira en esa misma entrevista.
