A dos semanas de que el congelamiento de los precios de los combustibles llegue formalmente a su fin, ya es un hecho que los consumidores afrontarán en breve el octavo aumento del año en este rubro. Según advierten desde el sector, se prevé que la suba sea escalonada hasta alcanzar un 20% y así acomodar el precio a la suba del dólar y a los ajustes impositivos cuatrimestrales. No obstante, en el corto plazo, el Gobierno alzaría el pulgar para una suba del 6% que, incluso, se concretaría antes del 14 de noviembre, la fecha de vencimiento del «cepo». Así, permitiría que la nafta súper pase de $45,49 a $48,22.