Tras el fracaso de la sesión extraordinaria de la semana pasada, el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, hizo borrón y cuenta nueva e intentará el viernes aprobar un paquete de leyes de Emergencia para gestionar su primer año al frente de la provincia, en un intento también de encausar su relación con los intendentes de Ushuaia y de Río Grande. Ahora, serán ocho proyectos específicos por área en lugar de un megaproyecto.
El viernes pasado debía tratarse la ley de Emergencia provincial, pero finalmente fracasó por la negativa de Walter Vuoto (Ushuaia) y Martín Pérez (sucesor de Melella en Río Grande), quienes cuestionaron que además de no haber sido consultados el texto interfería en la autonomía de las intendencias. Un mal inicio para la relación entre el mandatario y los jefes municipales. Ambos fueron electos por el Frente de Todos, mientras que Melella lo hizo por Forja, derrotando a Rosana Bertone, si bien desde ese sello también acompañó a Alberto Fernández desde la campaña.
Tras una relación cordial durante los meses de transición, la paz se quebró cuando se conoció el proyecto de Emergencia. Melella se hizo cargo de lo que llamó “un error”, ya que no estaba en sus planes, dicen en su entorno, meterse con la autonomía municipal. Por eso, en la reescritura de los proyectos se eliminaron puntos relativos a la facultad de la provincia de pagar las deudas con el municipio con bonos en plazos unilaterales, o los referidos a la posibilidad de paralizar obras en marcha en las intendencias.
La intención del equipo de Melella es llegar a un acuerdo político antes de la sesión extraordinaria del viernes, con lo cual las navidades estuvieron signadas por los cruces de mensajes y de llamados. También hubo un trabajo para alcanzar un consenso con los legisladores provinciales. Las mayores dificultades radican en que el sector más cercano a Bertone manifiesta que la situación de la provincia es difícil pero no hay tal emergencia. Asimismo, al fracasar el proceso de transición, no hubo traspaso de información económica en el cambio de mando, hecho que lleva a que haya diferentes miradas sobre el estado de las cuentas provinciales.
La reelaboración de las leyes comenzó en rigor el fin de semana. Un cambio central es que el megaproyecto inicial se desdobla en cinco iniciativas de Emergencia (de la Administración Pública Provincial, del Sistema Previsional, del Sistema Sanitario, de la Infraestructura Educativa, de Infraestructura, Equipamiento y Seguridad Portuaria) y tres extra: Ampliación de destino de los fondos producto de la Emisión de Títulos de Deuda, Modificación de la Ley de la creación de la Dirección Provincial de Puertos y Modificación de la Ley de la creación del Instituto Fueguino de Turismo. Así, apunta a que no se traben herramientas de gestión en línea con la Emergencia nacional por discusiones sobre un tema puntual. Y poder agilizar asignaciones de recursos.
