La Unión de Rugby de Tucumán , la tercera más grande del país, a través de su presidente Héctor Marcelo Corbalán Costilla hizo pública una durísima carta dirigida a la Unión Argentina de Rugby luego de los sucesos ocurridos durante la disputa del Tri-Nations en los últimos 60 días.
En la carta, dirigida al presidente de la UAR Marcelo Rodríguez , Corbalán Costilla cuestiona el comportamiento de la unión madre en torno de la polémica que surgió por el homenaje a Maradona, la suspensión y luego marcha atrás de jugadores del seleccionado por mensajes racistas y el manejo de las comunicaciones. Además, la acusa de centralización y consecuente pérdida de autonomía de las uniones provinciales, por el manejo de los fondos y del daño económico que eso le ocasiona a los clubes .
A principios de este año, Tucumán y la UAR tuvieron un fuerte cruce por la organización del Torneo Regional del NOA , que finalmente se dirimió en favor de la unión tucumana, la segunda más grande del país en cuanto a jugadores fichados, detrás de la Unión de Córdoba. LA NACION pudo saber que al menos otra de las principales uniones del interior está analizando emitir un comunicado similar.
Desde la UAR informaron a LA NACION que recibieron el mensaje de la unión tucumana y que lo analizarán en la próxima reunión del Consejo Directivo , por lo que aún no emitieron una opinón al respecto.
Sobre el homenaje a Maradona durante el segundo partido contra Nueva Zelanda, la carta señala: «No podemos soslayar la insuficiente y bochornosa actuación de esa Unión en ni siquiera afrontar desde la responsabilidad dirigencial un error, del que nadie está exento. Estamos convencidos que ante las crisis los dirigentes SABIOS y PRUDENTES corren a buscar soluciones, en tanto una dirigencia de otras características corre en busca de responsables. Sin duda alguna, que nos inclinamos y sentimos representados por la clase dirigente que asume sus responsabilidades y busca de manera urgente soluciones».
En cuanto a las sanciones a los jugadores Matera, Petti y Socino por tweets discriminatorios de hace ocho años, que 48 horas más tarde fueron levantadas, apunta: «Consideramos bochornosa toda la actividad llevada a cabo en el conflicto… Estas situaciones no hacen otra cosa que situar a nuestra entidad madre en una posición de falta de credibilidad y seguridad .»
Además, Corbalán Costilla acusa a la UAR de destrato al interior: «Venimos advirtiendo en los últimos tiempos una centralización absoluta del rugby argentino. Sentimos, y lo hemos expresado en forma reiterada, una pérdida de autonomía en el manejo de nuestra organización… Tener un rugby súper profesional a costa de clubes pobres, de uniones sometidas al poder económico de quien maneja los fondos».
Finalmente, la carta invita a «a reflexionar estos puntos y muchos más que en honor a la brevedad nos reservamos para un futuro encuentro, donde podamos de manera sincera, desinteresada y por sobre todo superadora abordar la real problemática de nuestro rugby».
