Araceli González: «Me quiero ir antes que Fabián, no soportaría que me faltara»

Hace 15 años que están juntos, con casi 10 casados: Araceli González y Fabián Mazzei son una dupla en la vida y en el trabajo. Se complementan, se apoyan y dan rienda suelta a los proyectos que cada uno tiene en carpeta, o incluso, aquellos que por alguna razón quedaron “encajonados”, según destacó la actriz y empresaria en una charla a corazón abierto en la que destacaría que “quien te acompaña es quien te impulsa, más allá de que vos tengas tus propias luces”.
“Él es un hombre que te observa y ve qué buscaste en tu vida alguna vez y lo dejaste encajonado -destacó Araceli sobre el acompañamiento que recibe por parte de Mazzei en charla con Catalina Dlugi en La Once Diez-. Entonces un día abrió un cajón y vio un proyecto de perfumes. Y yo siempre vi el futuro en los proyectos de los otros, pero no en el mío, y lo encajoné. Me cuestionó por qué no lo hacía, y así nació todo”.
A la vez, al ser consultada sobre el vínculo sentimental con Fabián, destacó: “Yo creo que todos los amores son diferentes. Él me encontró en una edad en que yo había trabajado mucho mi vida, mis marcas. Yo soy sincera y siempre le digo a Fabi: ‘Yo me quiero ir primero que vos, te lo pido por favor. No quiero que me faltes. No lo soportaría’. Es el compañero de mi vida, es el tipo con el que me puedo desnudar completamente y no me va a hacer daño. Es el que no se va a aprovechar de mis debilidades y marcas, es con quien puedo llorar y mostrar mi lado más sensible y vulnerable, y no va a decir que no soy una mujer entera”.
Para graficar esa sensación, debió hurgar en su pasado y recordar momentos no tal placenteros: “Muchas veces las personas que somos de una particularidad que a veces iluminamos diferente, el que no puede llegar a tus estadios trata de ser destratador. Y ahí va a la zona más débil de tu ser y ese es el talón de Aquiles de cualquier ser humano. Si a vos alguien te dice que te vas a morir como una rata, por ejemplo, y vos toda tu vida luchaste por una calidad de vida no solo económica, sino socioeconómica para no tener necesidades… y… sos un hijo de puta”.
“Limpié mucha gente tóxica en todos los órdenes de mi vida, no sólo en la profesión. Amigos, incluso. Viste que uno va mutando y hay gente que pasa a no ser parte de tu vida, no pensás igual, no crecés igual. La limpieza esa tiene que ver con que uno va evolucionando y vas cambiando tus formas, y está muy bien que sea así, sino es muy triste”, explicó Ara sobre los cambios que son más profundos de lo supuesto.
Al ser una persona pública, que incluso tiene una legión de seguidores en sus redes sociales, González no está exenta de comentarios que a ella le resultan chocantes. “Muchas veces en Instagram recibo mensajes del estilo ‘¿de qué vivís?’. Y… mirá, primero vivo de lo que gané porque trabajé toda mi vida, no robé a nadie. Segundo, soy muy creativa y muy inquieta, y estoy todo el tiempo generando cosas. En 2017 inauguré mi tienda online, cuando todo el mundo me decía ‘¿a quién le voy a vender de forma online?’. Entonces, para la pandemia empecé a vender como loca, mientras todas las marcas más importantes del país tenían que hacerla porque no la tenían”.
Araceli también habló sobre el abuso que sufrió Tomás Toto Kirzner en su infancia. “Pensar que yo crecí cuidando a mi hija de esas situaciones, y fue al revés. Le pasó a mi hijo en un segundo y medio”, reflexionó. “Fue un cimbronazo en el cuerpo, pero no desde el lugar que me escribían en las redes que me decían que era la culpable: el cimbronazo de mi cuerpo era de no entender lo que estaba escuchando, ese dolor que atraviesa tan profundo que te deja sin aire y la mente te la deja en blanco. Es como si te fueran metiendo un cuchillo de a poco. El dolor era tan grande que no se siente”.

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