El mundo del revés

En todos los barrios los jóvenes se juntan a jugar fútbol o a trotar y no me parece mal, la Policía debería dejarlos siempre y cuando sean pocos y estén alejados unos de otros. Mientras a la gente le prohíben hacer deporte, los delincuentes hacen de las suyas a su antojo. Estamos en el mundo del revés.

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