Milei venció a Massa por casi 12 puntos y es el nuevo presidente de Argentina

El candidato de La Libertad Avanza reemplazará a Alberto Fernández el 10 de diciembre; ganó con casi 12 puntos de ventaja; dio un mensaje mesurado, prometió “cambios drásticos” y le reclamó al Gobierno “que se haga cargo” hasta el final del mandato
Javier Milei será el presidente de la Argentina a partir del 10 de diciembre. En un balotaje histórico, que tuvo en vilo al país y que se definió por un margen mucho mayor al esperado, el postulante de La Libertad Avanza se impuso a Sergio Massa por casi 12 puntos de diferencia, con casi el 99% de las mesas escrutadas. El sucesor de Alberto Fernández dio un mensaje breve, mesurado, en el que prometió cambios drásticos. “No hay lugar para el gradualismo”, planteó, y luego les envió un mensaje a quienes lo rechazan: “Sabemos que hay gente que se va a resistir. Dentro de la ley todo, fuera de la ley, nada”.
A las 21.54, Karina Milei, a quien le dicen “el jefe” en el universo libertario, presentó al “presidente electo”, que ingresó al escenario con el tema de La Berisso Vamos por la gloria. De traje, camisa celeste y corbata, Milei dio un minuto después su primer mensaje, sin grandes definiciones. “Hoy comienza la reconstrucción de la Argentina, es una noche histórica”, dijo el economista. Agradeció a su hermana y a Santiago Caputo, el estratega de La Libertad Avanza. También reconoció el trabajo de los fiscales, y valoró el apoyo de Pro, su nuevo aliado. “Le agradezco al presidente Macri y a la señora Bullrich que pusieron el cuerpo para defender el cambio que el país necesita. Hoy comienza el fin de la decadencia, damos vuelta de página”, señaló.
“Quiero un gobierno que cumpla sus compromisos, que respete a la propiedad privada y el comercio libre. Basta del modelo empobrecedor de la casta”, planteó Milei, y abrió una puerta a otras fuerzas y dirigentes a sumarse a su proyecto. “Sabemos que hay gente que se va a resistir. Dentro de la ley todo, fuera de la ley, nada”, desafió, con tono más mesurado que otras veces. Y le pidió al Gobierno que se “hagan cargo hasta el final del mandato”.
“La situación es dramática, no hay lugar para gradualismo, para medias tintas”, trazó el ganador de las elecciones. Enumeró la inflación, la pobreza, la indigencia y la inseguridad como los desafíos más urgentes. “Argentina tiene futuro y es liberal”, señaló Milei, que prometió que en 35 años el país será “una potencia mundial”. Cerró su discurso con un grito de “viva la libertad, carajo” y que “Dios bendiga a los argentinos”.
Milei logró un triunfo amplio. En la provincia de Buenos Aires, donde el oficialismo apostaba a sacar una diferencia, se da un virtual empate, con un punto arriba Unión por la Patria. Massa ganó solamente en Santiago del Estero y Formosa. En el resto de las provincias se impuso el libertario. Milei construyó principalmente su triunfo en Córdoba (74% a 26%) y Mendoza (71% a 28%), pero también en las provincias del sur y del norte, donde el PJ esta vez no pudo conservar su histórica hegemonía. En estos distritos, Milei no solo que sumó los votos que había obtenido Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) sino también una importante porción de las adhesiones que cosechó Juan Schiaretti (Hacemos Nuestro País). El voto en blanco fue de 1,55% y los impugnados de 1,6%.
La Libertad Avanza cuenta con ocho senadores nacionales, 38 diputados y ningún gobernador propio. En las provincias, Juntos por el Cambio manda en 10 distritos, el PJ en 9 y fuerzas provinciales en los cuatro restantes.
Con el triunfo asegurado, Milei deberá ahora articular un equipo, un discurso y un plan de acción. Posiblemente recurra para esta misión a sus nuevos aliados de Pro, sobre todo con Mauricio Macri y Patricia Bullrich, con quienes selló una alianza clave para vencer a Massa. Bullrich se sumó al búnker de Milei, en el hotel Libertador, en el centro porteño. Su presencia terminó de dinamitar lo que queda de Juntos por el Cambio. También estuvieron otros dirigentes de Pro, como Hernán Lombardi y Cristian Ritondo.

Interrogantes

El triunfo de Milei abre un sinfín de interrogantes. Desde sus propuestas de campaña, muchas de ellas polémicas, como el plan de dolarizar la economía o aquellas que cuestionan algunos acuerdos básicos de la democracia y avances en materia de derechos individuales. También las que niegan, por ejemplo, la existencia de un plan sistemático de violación de los derechos humanos durante la última dictadura militar. Pero también genera dudas el escenario en el que se posará su gestión, sin mayoría en el Congreso, con los gremios y movimientos sociales en contra y con una fractura social que quedó evidenciada con la campaña del miedo que se desplegó durante el balotaje.
A pesar de tratarse de un fin de semana largo, la participación electoral fue similar y hasta podría ser apenas superior a la que se dio en las elecciones generales, cuando votó el 77,6 por ciento del padrón.
La decisiva jornada estuvo guiada por la incertidumbre y la tensión, y cargada de denuncias cruzadas por el robo o la rotura de boletas. La instalación de la palabra fraude por parte de los libertarios, sin evidencias ni pruebas, crispó todavía más los ánimos de una disputa que se resolvió por mayor margen de lo esperado.
Guillermo Francos, asesor de La Libertad Avanza, dijo que fue una elección “transparente” y que “no faltaron boletas”. De esta manera, relativizó las denuncias que habían hecho durante la jornada Karina Milei y Santiago Viola, los apoderados partidarios.

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