Nacho Viale contó cómo Mirtha Legrand sobrelleva su internación

Luego de la primera jornada de America Business Forum, el encuentro de líderes de mayor alcance del continente nuclea a reconocidos CEOs, autoridades del gobierno y ONGs y exponentes del arte y la cultura, ayer tuvo lugar el America Rockstars 2021, el cual convoca a los líderes del futuro. Darío Barassi estuvo a cargo de la conducción del encuentro y también entrevistó a los invitados. Entre ellos, Nacho Viale, quien asistió en calidad de fundador de StoryLab -su productora de programas, series y películas-, pero también como el productor general de Almorzando con Mirtha Legrand.
“Tanto quien está detrás de cámara como quien está delante, son dos figuras sumamente importantes: uno va aprendiendo del conductor y el conductor aprende del productor. Todos tienen el mismo fin, que el resultado sea espectacular”, definió Viale sobre su ida y vuelta con quien está frente a la pantalla.
Nacho dijo que en la plantilla de StoryLab cuentan con gente joven. “Yo ya tengo 40 años. Entonces, nos nutrimos de gente nueva que va llegando”, reveló e ilustró con un ejemplo que involucra a su sobrina Ámbar. “El próximo 1° de noviembre empezamos a rodar una serie para una plataforma. Estaba escrita de una manera y una pasante era mi sobrina. Ella estaba con la gente de casting y nos dio una devolución que nos hizo revisar lo que teníamos escrito. Entonces, las cambiamos y la serie está mucho mejor a partir de eso. La idea es ir nutriéndose de jóvenes, nuevas cabezas y tendencias… Me encanta la tecnología, aunque a veces me siento un viejo choto, me cuesta”, bromeó.
Respecto a los choques generacionales, Viale también dio un ejemplo a partir de su propia experiencia. “En el programa de Mirtha, el cambio se dio cuando ella aprendió a escuchar a otra generación. Era un formato que no resistía el lunes a viernes. La sociedad no resistía personajes todos los días, tener 25 invitados por semana y que todos hablen de temas diversos. Ella me acusó de que a mí no me gustaban los almuerzos y yo estaba convencido de que los almuerzos podían ser otra cosa. Planteé sacarle el escritorio, la entrada como estaba planteada, armar otra escenografía… Así, vamos buscando, vamos variando”, dijo.
En otro tramo de la charla, Nacho contó cómo está la salud de Mirtha, quien fue internada en el sanatorio Mater Dei luego de que le realizaran una cinecoronariografía seguida de la colocación de dos stents. “Mi abuela está muy bien. Si Dios quiere, lunes o martes se va a la casa”, dijo. Yreveló una graciosa anécdota que da cuenta del estado de ánimo de la diva. “Ayer me sonó el teléfono, era desde el sanatorio y me asusté. Y me mandaron un listado: ‘Está toda esta gente para entrar’, me dicen. Yo miro el listado, conocía a todos. ‘No, que no entre nadie, porque sino es un caos’. ‘Pero las está haciendo entrar tu abuela’, me dijeron. La llamé y le digo: ‘Abuela, escuchame…’. ‘No, yo estoy aburrida…’, me respondió. Me fijé y eran la cosmetóloga, peluquera, maquilladora… ¡Ya era todo el canal! Ese es un buen síntoma”.
Asimismo, recordó cómo fue la vuelta de su abuela a la televisión para reemplazar a Juana Viale, la conductora “titular” de las cenas y almuerzos desde que comenzó la pandemia. “Fue muy emocionante cuando me dijo: ‘El sábado que viene lo hago yo’. Fue increíble lo que pasó en el estudio. Se emocionaron los camarógrafos, fue súper lindo. Esta pandemia, a mucha gente, le hizo una membrana de miedos, a ella le pasó… Y mi hermana se lo hizo con el teatro. Ella le dijo: ‘Vas al teatro o no me ves más’. Y fue al teatro y se dio cuenta de que, cuidándose, uno puede progresar. Tenemos la vacuna, barbijo, aprendimos a comportarnos de otra manera. Encerrados no podemos vivir”, dijo Viale.
También aprovechó para tirarle flores a su hermana como conductora: “Fue de menor a mayor, le fue poniendo sus cosas. Al principio, trató de hacer los anuncios comerciales como Mirtha y hoy ya los hace como Juana”, ejemplificó.
Sobre la labor de StoryLab, Nacho dice que “crecimos mucho en ficción: estamos haciendo la serie de Ringo Bonavena y estoy muy contento porque una vez que te aprueban un presupuesto, tenés que estar a la altura del presupuesto. Es una serie muy grande”, adelantó. Sin embargo, declaró que “el vivo me encanta. Ese riesgo, esa locura de estar en el control está muy buena. Tanto mi abuela como mi hermana no trabajan con cucaracha, entonces le querés mandar hasta palomas mensajeras cuando algo está pasando”. Barassi quiso saber cómo hace, entonces, para avisar en el vivo que el programa tiene que cambiar de rumbo. Y Viale reveló: “La mando a Mónica a servir agua y la curo. Y si alguien está muy callado, vino”, dijo entre risas.
En cuanto a lo personal, Nacho dice que sus amigos “son los mismos, me manejo en los mismos lugares. Si entro a un lugar y nadie se da vuelta, muchísimo mejor, me siento más cómodo. Y tengo claro cuales son mis cables a tierra: me encanta andar en moto, lo hago frecuentemente…”.
Además, se definió como alguien “super terrenal, no soy nada espiritual”. Y que si bien es de dormir poco, su rutina del sueño cambia cuando se instala en la casa que su familia tiene en el pueblo uruguayo José Ignacio. “Soy una persona que duerme muy poco, pero no tengo problemas para dormir: duermo poco y descanso. Duermo cinco horas, me acuesto tarde y me levanto temprano. Pero vengo acá y soy un oso, me desmayo. Es un lugar de desconexión total”, contó.
En la conversación, Nacho le dedicó un espacio a la actualidad de la televisión. “Claramente la tele es un soporte que, de alguna manera, se está atomizando, porque existen otros soportes. Esos soportes rígidos tuvieron su momento. Se dijo que la radio iba a desaparecer, y creo que en ese cauce, fue el que más rápido lo encontró. Quizás el cine y la tele están tardando más en encontrarlo. Cuando utilizás otras herramientas, como las redes, para amplificar y que convivan, es espectacular ”, dijo. Y señaló a Masterchef como el mejor ejemplo en este sentido. “Ellos tenían como cinco canales para poder consumirlo: pasaba en la tele, en lo digital, en el noticiero, en las redes sociales. Era muy interesante lo que pasaba. Es un muy lindo ejemplo para entender cómo amplifica y no se quita público”.
“No creo que la tele vaya a desaparecer”, sentenció Viale y lo argumentó in situ. “Esta mesa es un terreno vacío -señaló frente a la que estaba sentado-. Si te regalan una casa, te juntás con la arquitecta y, ¿hacés un sillón y una tele o una pantalla? Obvio. Lo tenés casi como un comportamiento tuyo, socialmente. Después, en la pantalla ves YouTube, el canal que quieras, una película, una plataforma… pero una pantalla y un sillón ponés seguro”, completó.
“Me encanta la tele. Miro incluso programas que no me gustan cuando son exitosos. Los miro dos veces porque los éxitos no se discuten. Mi abuelo (Daniel Tinayre) quería que todas sus películas fueran exitosas. Cuando eran exitosas decía: ‘Obvio, trabajé para eso’. Y cuando era un fracaso, pasaba días estudiándolas, quería saber por qué había andado mal”, dijo. Y contó que tenía una relación “muy especial” con su abuelo. “Mi abuela lo dice: es un producto de grandes aciertos de él. Después, obviamente, tenía el piloto para manejar el auto. El gran acierto de mi abuela es haber sido acompañada por mi abuelo”, definió.
“Me hubiese gustado tenerlo 10 años más para que vea ciertas cosas. Era muy exigente”, dijo Nacho entre risas sobre su abuelo, histórico productor y director de cine y televisión. “Lo disfruté mucho y aprendí mucho de él porque era un tipo que tenía tres, cuatro bases que aplicaba para todo. Ninguna persona que haya trabajado con mi abuelo que se haya ido mal al lado de él: gritaba, insultaba al aire, era francés, tenía sus palabras bastante limitadas para trabajar en el mercado latinoamericano. Pero amaba lo que hacía y todos su séquito estaba feliz con él. Tuvo socios increíbles. Y la Argentina también tuvo tipos que contribuyeron al entretenimiento de una manera tremenda: toda la familia Yankelevich, los Romay…”, dijo.
Por último, y a pedido de Barassi, Nacho le dio unas palabras de aliento a las nuevas generaciones: “Me encanta que sean inquietos, que busquen, que absorban un poco de todo y que no se carguen ninguna cruz en la espalda. Hagan lo que tengan ganas y nunca dejen de aprender. Aprender todos los días un poquito hace que te sientas fuerte”, cerró.

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