Con un registro de 0,10 centímetros en el Puerto de Formosa, el río Paraguay no deja de descender y sus efectos afectan cada vez a más sectores como es el caso de los pescadores. «Este año la bajante es impresionante», manifestó un pescador al Grupo de Medios TVO.
«La verdad es que nos complica un poco porque aparecen las palometas, los peces se van y no podemos pescar. Esperamos que llueva mucho y mejore un poco la situación», agregó el hombre.
Decenas de familias dependen de la pesca como subsistencia, ya sea para consumo o comercialización, y la bajante extraordinaria que se registra en el río afecta enormemente la actividad tanto en las costas formoseñas como en el propio cauce.
«Esto influye mucho en las embarcaciones y muchas cosas porque en muchas partes hay lomadas de arena y es peligroso. Si se navega se puede romper el motor o la hélice de la embarcación por ejemplo», mencionó el pescador.
Según datos suministrados por el Instituto Nacional del Agua, la sequía de este año y sus consecuencias en las principales cuencas del país, son similares a las registradas el siglo pasado. Además, anticipan que esta situación podría revertirse recién al finalizar el verano.
«Este año la bajante es impresionante y más arriba no hay agua. Nosotros vamos a varias ‘canchas’ para sacar los pecados para vender, pero es muy peligroso porque hay rayas u otros pescados que son dañinos», completó el hombre acerca de la afectación a la actividad que genera la bajante.
