El bebé tampoco sobrevivió. La Justicia de Uruguay busca determinar si se trató de un femicidio o un homicidio culposo.
Romina Bueno iba a ser mamá de su primer hijo este 31 de diciembre y cumpliría 18 años en 20 días. Pero toda la vida que tenía por delante se interrumpió de golpe anoche cuando su pareja, un policía de 29, le pegó un tiro en la cabeza.
Si bien el hombre aseguró que el arma se le disparó «sin querer» antes de irse a trabajar, la justicia de Uruguay intenta ahora determinar si efectivamente se trató de un homicidio culposo o de un femicidio.
La pareja convivía desde hace un año y el detenido no tenía denuncias previas por violencia de género. Según informaron fuentes del Ministerio del Interior a los medios locales, el hombre «se preparaba para iniciar su turno» pese a estar bajo los efectos del alcohol.
En ese estado, declaró él, fue que se le disparó el arma al ponerle el cargador e hirió accidentalmente a Romina en la frente. Lo cierto es que la joven murió en el acto y aunque la llevaron de urgencia a una cesárea para salvar la vida de su bebé, tampoco sobrevivió.
Fabián Severo, subjefe de Policía de Artigas, en diálogo con Telemundo puso en duda la versión del disparo accidental. Al referirse al arma reglamentaria, sostuvo que una de sus características es que «no se dispara así nomás”.
Policía mató de un tiro en la cabeza a su pareja embarazada
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