Por la sequía, declararon la emergencia agropecuaria en Tucumán

La disposición, que rige retroactivamente desde el 23 de marzo durante 365 días y abarca a las explotaciones afectadas con cultivos de soja, maíz, poroto, sorgo, caña de azúcar, citrus, palta y a la actividad ganadera.
El Ministerio de Economía declaró el estado de emergencia agropecuaria en gran parte de la provincia de Tucumán a causa de la sequía, a través de la resolución 1.027/2023 publicada en el Boletín Oficial.
La disposición abarca a las explotaciones afectadas con cultivos de soja, maíz, poroto, sorgo, caña de azúcar, citrus, palta y para la actividad ganadera en su conjunto, de toda la provincia, con excepción del departamento de Tafí del Valle.
Economía tomó la determinación tras el decreto provincial 1.084 de abril último, que declaró dicho estado por el lapso de un año.
El mismo fue posteriormente analizado por la Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios, que, finalmente, recomendó declarar y homologar el estado de emergencia con el alcance propuesto por la provincia.
La declaración rige retroactivamente desde el 23 de marzo último hasta la misma fecha del año próximo.
Como se estipula en los casos de emergencias agropecuarias, para recibir los beneficios los productores afectados deberán presentar certificado extendido por la autoridad competente de la provincia, en el que conste que sus predios o explotaciones se encuentran comprendidos en los casos previstos.
El gobierno de Tucumán remitirá a la Comisión el listado de los productores afectados, acompañando copia del certificado de emergencia emitido por la autoridad provincial competente.
Por su parte, las instituciones bancarias nacionales, oficiales o mixtas y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) arbitrarán los medios necesarios para que los productores agropecuarios comprendidos en la resolución gocen de los beneficios previstos.
La asistencia para las zonas en emergencia contempla, por un lado, la prórroga del vencimiento del pago de impuestos que graven el patrimonio, capitales o ganancias de las explotaciones afectadas hasta el ejercicio siguiente a su finalización de la emergencia.
Esto incluye el diferimiento de los pagos del integrado del monotributo y de los saldos resultantes de las declaraciones juradas de los impuestos a las Ganancias, Bienes Personales y del Fondo para la Educación y Promoción Cooperativa.
Del mismo modo, podrán deducir en el balance impositivo de ganancias el 100% de los beneficios derivados de la venta forzada de hacienda bovina, ovina, caprina o porcina.
Por otro lado, contempla la suspensión del inicio de juicios de ejecución fiscal para el cobro de impuestos adeudados; y en caso de que ya estuviera iniciado, deberá paralizarse hasta que expire la emergencia.
Se prevé, además, la deducción en el balance impositivo de los beneficios derivados de las ventas forzosas de hacienda, y la AFIP otorgará planes de facilidades de pago especiales para la regularización total o parcial de los pagos de la seguridad social, incluyendo intereses, multas y sanciones.

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