Voz Docente pide sensibilidad al Gobierno ante la situación agobiante de la docencia

Atenta al clamor de sus afiliados por la angustiante situación económica no sólo del sector sino de la sociedad formoseña en general, la Agremiación Voz Docente insiste en reclamar al Gobierno de las Provincia una recomposición salarial acorde a los altos índices inflacionarios que se vienen dando mes a mes en la Argentina en los últimos años.
Manuel Pereyra, secretario general de Voz Docente, explicó que lo concreto y real es que la administración encabezada por Gildo Insfrán, con los aumentos escalonados otorgados el año pasado (90 por ciento en total), se quedó un seis por ciento por debajo del índice inflacionario anual en el país (96 por ciento), por lo que, si de preservar el poder adquisitivo del salario se trata, ese seis por ciento resulta fundamental.
Aun así -continuó diciendo- «el sueldo docente sigue alejándose cada vez más del monto necesario para afrontar una Canasta Básica Total. Mientras esta, según el Indec, se encontraba al 17 de enero último en 152.515 pesos, el ingreso docente mínimo garantizado llega apenas a los 90 mil pesos mensuales».
«La docencia formoseña recibe, pues, ingresos por debajo de la línea de pobreza. Peor aún, de seguir perdiendo terreno frente a la inflación como hasta ahora, no extrañaría que se presenten situaciones de indigencias», dejó en claro el gremialista.
Para Pereyra «a pesar de los discursos, con su política salarial el gobierno provincial no hace otra cosa que mostrar un ‘modelo formoseño’ absolutamente insensible a las necesidades de la familia estatal en general y de la docencia en particular».
«En pocos días los empleados estatales deberán reenviar sus hijos a la escuela y se encuentran con gastos imposibles de afrontar. Preparar un chico para que pueda asistir al aula dignamente, con lo mínimo indispensable, representa una fortuna para una familia trabajadora. Esto el Gobierno lo sabe y no hace nadas para remediarlo», asintió el mismo.
Expuso seguidamente que todo aumenta, ni hablar de los servicios públicos, cuyo costo se fue a las nubes. «Acá no se trata de echarles la culpa a los formadores de precios, porque los responsables de los tarifazos están dentro del Estado. Son ellos quienes los autorizan», lanzó.
Seguidamente señaló que «la situación es agobiante por donde se la mire. No hay producto alimenticio que baje de precio. Ni siquiera uno que se mantenga. La inflación repercute en todos ellos, en algunos casos subiendo incluso más que aquella».
«Los precios están fuera de control y los denominados ‘justos’ son una risa. Por eso Voz Docente le pide sensibilidad al Gobierno. Que piense en los miles de familias formoseñas que apenas tienen para comer, y sobre todo en los docentes, muchos de los cuales viven hoy en situación de pobreza, literalmente. No se conoce en el mundo un modelo exitoso con maestros viviendo en esas condiciones», finalizó el dirigente de Voz Docente.

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