Abel Pintos y Pedro Aznar en la previa del BA200 en Concierto: «Esto tiene un valor histórico inmenso»

Este sábado los músicos cerrarán la celebración musical del bicentenario de la Universidad de Buenos Aires y, antes del ensayo, hablaron con Teleshow
Los autos, los taxis y los colectivos van por la avenida Figueroa Alcorta a los bocinazos. Pero justo a la altura de la Facultad de Derecho desaceleran la marcha, hacen silencio y disfrutan: sobre la escalinata David Lebón está entonando “Seminare” acompañado por Coti Sorokin, Marcela Morelo y un ensamble orquestal dirigido por Ezequiel Silberstein.
Este viernes fue el ensayo para el concierto que celebra los 200 años de la UBA. Fue abierto y a la vista del público casual, en una pasada de casi todos los actos que se podrán disfrutar este sábado desde las 18.30 horas. Con la conducción de Luciano Cáceres y Cecilia Roth, habrá más de 100 músicos en escena, entre destacados cantantes y los integrantes de la orquesta de la Universidad de Buenos Aires, la Sinfónica Nacional, la Filarmónica de Buenos Aires, Estable del Teatro Colón y Estable del Teatro Argentino de La Plata.
A medida en que fue anocheciendo, un grupo de personas se fue juntando para ser testigo de cómo Mora Godoy ajustó su coreografía sobre los acordes de “Libertango” (Astor Piazzolla). También vieron a Morelo y Sorokin pasando tres veces una versión de “Andar conmigo” (Julieta Venegas). Como Lisandro Aristimuño y Juan Carlos Baglietto se cruzaron en los versos de “Seguir viviendo sin tu amor” (Luis Alberto Spinetta). A Víctor Heredia, Jairo y Carolina Peleriti haciendo lo propio sobre “Razón de vivir”. Cazzu dejó a un lado su flow de rapera para pelar su registro de cantante en una versión de “Alfonsina y el mar” junto a Lito Vitale. Celli empuñando su guitarra pop para “Adiós” (Gustavo Cerati). Y un Iván Noble que aportó su costado arrabalero en “Para no olvidar” (Los Rodríguez).
Del lado de adentro, en el foyer del histórico edificio, la camaradería entre los artistas siguió fluyendo. Acomodados en unos sillones, Heredia bromeaba con Jairo y Pelleriti. Femigangsta compartía música con Celli y con Natalie Pérez. Cazzu, Lito Vitale e Iván Noble cruzaron información transgeneracional. El encuentro de Lebón y Pedro Aznar, una mitad de Serú Girán fundida en un abrazo. Y Abel Pintos caminaba por allí sonriéndole a todo aquel que se lo cruzara.
“La vida tiene muchos rincones por recorrer y muchas vueltas muy curiosas”, comienza a contarle Abel a Teleshow a la hora de hablar de su vínculo con la educación formal. “Yo siempre tuve la ilusión de que en algún momento iba a terminar el secundario para encarar una carrera universitaria. Este año decidí a empezar a terminar mi colegio secundario, que lo dejé colgado a los 17 años, y al preparar las materias la primera que me tocó es Psicología. Tuve unas clases por Zoom con una profe que me iba guiando y me empiezo a sentir muy a gusto con la materia. Entonces le digo a mi mujer: ‘Voy a terminar el secundario para empezar estudiar Psicología’. Y la semana siguiente que le dije eso, me convocan los directivos de la UBA con una serie de productores para hablar de este evento”, se ríe Pintos. “Yo no había tenido relación con la UBA más que la conciencia de la importancia que tiene en Argentina y todo Latinoamérica. Y ahora la UBA me representa ‘futuro’. Significa ‘futuro’, más que nunca y mi propio futuro, también”, dice.
En esas curiosidades y vueltas que tiene la vida, Abel señala otra. “Uno de los discos que yo más escuché es uno de Facundo Saravia y la portada la hizo acá, en las escalinatas (el álbum es Artesanos de la voluntad). Y así como a veces uno sueña con tocar en River o en la 9 de Julio, uno de mis sueños era cantar en las escalinatas de esta facultad. Y bueno, mañana tengo la oportunidad”, cuenta entre asombrado y expectante.
El folclorista va a cantar dos canciones propias (”Cien años” y “La llave”) y luego volverá al escenario para cerrar el espectáculo junto a Pedro Aznar. Juntos, interpretarán “Los dinosaurios”, de Charly García.
“Esa canción me recuerda que la educación y los estudiantes y el mundo de la cultura, fue uno de los blancos de la violencia de estado. La dictadura se ensañó particularmente con esa gente porque vieron allí una amenaza para sus intereses. Cosa de la cual la cultura puede estar muy orgullosa por incomodar a los opresores y a los tiranos”, le dice Aznar a Teleshow. “Felizmente vivimos de nuevo en un país en democracia, que respeta las libertades personales y sociales. Vivimos un país que sigue honrando la educación pública, gratuita y de excelencia. Por eso, este aniversario y este espectáculo tiene una importancia y un valor histórico inmenso”, agrega.
Aznar convivió con Charly en los días en que se cocinaba Clics modernos, disco que incluye a “Los dinosaurios”. “Viví en el loft de Charly durante un mes, en el Village de Nueva York. Yo le sugerí una idea de producción para ese tema, pero no se llegó a concretar. Le dije: ‘Sería divino que tuviera un ensamble de percusión que pasara por la calle, como una metáfora de un pueblo en marcha’. Finalmente no cuajó, esa idea la retomé en los últimos años para la versión que hago de la canción en mis shows”, dice Pedro.
Respecto al hecho de participar de este concierto, cuenta: “Esta institución es de una excelencia reconocida en todo el mundo. La UBA es algo de lo que debemos estar muy orgullosos todos los argentinos. Que me hayan convocado para este homenaje es una gran alegría, porque es sentirse reconocido como un granito de arena de la cultura argentina”.

—Antes de ser músicos, ¿qué carreras universitarias fantasearon arrancar?

—Aznar: Cuando era chiquito quería ser odontólogo. De más grande me gustaba la Geología. Y de más grande todavía, la Antropología. Estudié Filosofía por mi cuenta, algunos años. Y tengo otras formaciones terciarias, pero no adentro de la universidad. Creo que la formación intelectual del ser humano es importantísima y para un artista no hay nada mejor que aprender cosas nuevas todos los días, sea en el marco de una carrera o para satisfacer tu curiosidad y alimentarte.

—Abel: La primera opción que tenía era estudiar Fonoaudiología porque soy un fanático de lo técnico y lo orgánico de la voz. Me interesa mucho, me gusta mucho funcionar como un instrumento musical al margen de ser un interprete de canciones. Después, pasé por la idea de estudiar Literatura, también pensé en estudiar Historia, Filosofía. Pero finalmente estoy en esto de la Psicología, que es en la que realmente le veo más futuro posible. Soy una persona bastante de analizar las cosas, de analizar las opciones en todas las situaciones. Y el ser humano tiene una infinidad de opciones.

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