El senador nacional se expresó luego de tomar estado público, diferentes operativos ordenados por el gobierno provincial y llevados a cabo por la Policía de Formosa solicitando documentos de identidad en las entradas de supermercados de la capital.
“Pretender controlar hasta la decisión de los formoseños de cuándo y dónde comprar sus artículos de necesidad más básicos, como alimentos y elementos de higiene, supera el límite de lo imaginable”, afirmó el legislador. “Estos controles van incluso más allá de los controles en un estado de sitio, pedir DNI para ingresar a un supermercado es una medida más propia de una dictadura que de una democracia”, declaró.
Naidenoff recordó que en la legislación vigente por la pandemia, tanto nacional como provincial “no hay ningún impedimento para acceder a los locales comerciales definidos como esenciales y para reabastecerse”.
“Cada nuevo control que se incorpora en Formosa refuerza el estado de excepción y de abusos, y consolida un modelo de pérdida permanente de libertades” sostuvo.
“La receta de este Gobierno para combatir la pandemia sigue siendo la misma: persecución, imponer miedo, y encierro. Lejos de lograr aprendizajes a un año y tres meses del inicio de la pandemia, y de aplicar medidas para conciliar la salud, con la economía y la libertad, reiteran recetas que hoy sabemos que llevan al fracaso. Porque la economía está agotada, la salud mental destruida, la sociedad cansada, y ya no se puede aguantar más” expresó.
“¿Cuál es el mensaje detrás de todo esto?”, se preguntó el Senador. “Es claro que esta nueva medida es parte del ensañamiento permanente del Gobierno contra los gastronómicos, los comerciantes, y con todos los formoseños que quieren trabajar” respondió. “El Gobierno debe dejar de ver enemigos en quienes reclaman sus derechos y debe cesar en su evidente escalada contra el sector privado”, agregó.
Para finalizar, Naidenoff manifestó que “todos los trabajadores que se pusieron la camiseta desde el primer día de la pandemia, los trabajadores de los supermercados, de las farmacias, de las estaciones de servicio, de todos los comercios esenciales, deben tener prioridad a la hora de la vacunación, de la misma manera que la población de riesgo”.
